madrid. El pleno de la Asamblea de Madrid aprobó ayer, con 65 votos a favor (PP) y 47 abstenciones (PSOE e IU), la adaptación de la Ley de cajas de ahorros de la Comunidad a la normativa estatal, que abre Caja Madrid a la participación privada y limita la presencia pública en sus órganos de gobierno en aras a profesionalizar su gestión. El consejero madrileño de Economía y Hacienda, Antonio Beteta, afirmó que la ley autonómica pretende la "despolitización absoluta de la gestión financiera" y la "libertad de actuación en el mercado". También destacó que "potencia" la Obra Social, bien en su forma actual o en la de las nuevas estructuras que puedan crearse (fundaciones de carácter especial) y que quedarán bajo "protectorado" de la Comunidad de Madrid. Los socialistas no la apoyaron porque el PP no ha aceptado ninguna de sus cinco enmiendas, dirigidas a aumentar la representatividad de los sindicatos, matizar la de las universidades en función del número de alumnos y a que el Parlamento regional -y no el consejero de Economía- eligiese al 51 por ciento de los consejeros generales que representan a las entidades sociales.