VALENCIA. Esta vez sí pudo ser. El grupo siderúrgico valenciano Ros Casares se fue de vacaciones con el no de la Sepi a su oferta, la única existente, para hacerse con la planta de Izar en Manises (Valencia). Pero ha regresado de las vacaciones con el sí a su inversión en Sagunto ( Valencia), para comprar un complejo industrial de laminación de chapa gruesa y bobina.El Consejo de Administración de Parc Sagunt, parque empresarial promovido al 50 por ciento por la Generalitat valenciana y la Sepi, aprobó ayer la adjudicación a Brava Steel, filial de Ros Casares, de una parcela de 387.300 metros cuadrados en este polígono ubicado junto al puerto saguntino.La decisión, que llega con retraso por las diferencias entre las dos administraciones, desbloquea una inversión cifrada por el grupo valenciano en 442 millones de euros. La planta, con la creación de 275 empleos, tendrá una capacidad de producción anual de 750.000 toneladas de chapa gruesa y otras 280.000 de bobina en caliente.El consejo de Parc Sagunt aprobó también la adjudicación a Siderúrgica Añón de otra parcela de 285.160 metros cuadrados. En este caso la inversión prevista, sin contar los terrenos, es de 215 millones, según informó la Generalitat.