Una tormenta vuelve a paralizar los trenes de Cercanías tras la visita de la titular de FomentoLa capital catalana sufre cortes eléctricos y Fecsa-Endesa dice que "hay que acostumbrarse"barcelona. La lluvia cayó ayer por sorpresa en Barcelona y se llevó por delante "la paciencia" que un día antes reclamó la ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, a los miles de ciudadanos que se han visto afectados por los colapsos en la red de Cercanías de Renfe en los últimos meses. Con los más de 480 litros de agua que cayeron de madrugada, la red de trenes fue la más afectada. Aunque también se produjeron cortes en el suministro eléctrico en algunos barrios de Barcelona y en Sant Cugat del Vallès y Molins de Rei. Fecsa-Endesa reconoció que "cuando llueve copiosamente en Barcelona hay que conformarse con que va a haber cortes", dijo un portavoz consultado por elEconomista. Para contrarrestar los cortes de ayer, la eléctrica confirmó que el próximo día 14 retirará los generadores en la calle y comenzará a funcionar la subestación del Paseo de Maragall, que provocó el apagón el pasado 23 de julio. Pero la peor parte de las averías e incidencias recayeron, de nuevo, en la estación de Sants, en Barcelona. Estos problemas se producen solo cinco días después de que 450 pasajeros quedaran atrapados en un tren cerca de Sants debido a un percance técnico, y el día siguiente de que la ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, sólo admitiera "disfunciones" en el servicio de Cercanías. Precisamente, Álvarez comparecerá el próximo 14 de agosto en el Congreso de los Diputados para detallar las soluciones de Cercanías en Barcelona. Las averías más importantes se produjeron desde las seis de la mañana y hasta poco antes de las once en el tramo situado entre las estaciones de Granollers y Cardedeu de la línea C-2 norte. La caída de un rayo en la catenaria dejó sin electricidad un sentido de la vía y la avería de un tren de mercancías inutilizó el otro. Los usuarios de Renfe en Girona fueron los más afectados por las averías. Los nuevos retrasos en los trenes provocaron también una tormenta de reproches políticos a la gestión de la ministra de Fomento. El conseller de Política Territorial de la Generalitat, Joaquim Nadal, dirigió sus dardos hacia Renfe y dijo: "Cercanías en Cataluña precisa un buen meneo para mejorar sus prestaciones porque necesitamos un incremento de la inversión en infraestructuras". Felip Puig (CiU) criticó que Cataluña "no puede seguir con estos problemas que lesionan su imagen internacional y su economía". El portavoz de ICV en el Congreso, Joan Herrera, pidió a Álvarez que "deje de buscar excusas y de pasear con afán propagandístico" por Cataluña y deje de "tomarle el pelo" a los catalanes. Quien también hablaba ayer sobre la crisis que estos días ha vivido el transporte de Barcelona era Antonio González, presidente de Adif. Aunque lo cierto es que no aportó grandes soluciones al problema al culpar de lo ocurrido a la anterior gestión del Partido Popular, por haber llevado las vías del AVE a Barcelona hasta la misma estación donde llegan los cercanías.