PUERTO REAL. Se acabó. Delphi ha conseguido el cierre, más o menos "ordenado", que pretendía para su fábrica en Puerto Real. Ayer tuvo lugar la última asamblea de sus 1.549 trabajadores, dentro de la factoría, con los ánimos por los suelos y un calor sofocante. División de opiniones en la plantilla. Las mujeres, las más combativas en los más de cinco meses de conflicto, no están contentas. Antonia Roca, portavoz del colectivo, considera todo "una derrota con mayúsculas". ¿Por qué? pregunta un periodista. La mujer responde que "no se ha conseguido el principal objetivo de todas las movilizaciones, el mantenimiento de los puestos de trabajo, y "porque no es ninguna victoria aunque lo quieran vender con moñitos de oro", y añade: "hay muchas palabras, pero hoy por hoy no hay nada firmado, ni nada por escrito". Dentro, en la asamblea, el presidente del comité, Antonio Pina, afirma que él cree en las promesas de reindustrialización de la Junta. Confía a sus compañeros, apiñados en la nave, tras una gran pancarta en la que se lee "Delphi somos todos, solidaridad", que "a día de hoy hay compromisos con empresas para asumir todos nuestros puestos de trabajo", pero no cuenta más. La gente se preocupa de lo esencial ahora, inscribirse en la listas del paro del Servicio Andaluz de Empleo (SAE), que desde el día 7 al 17 de agosto, por grupos, dispondrá de personal propio en las instalaciones de la factoría para que se inscriban con más comodidad. Delphi ya es historia. Con el visto bueno del Juzgado de lo Mercantil número uno de Cádiz, que ha acordado la extinción de contratos de todos los empleados y aprobado el pago de las indemnizaciones y el compromiso de cesión de los activos. La indemnización para los trabajadores se les abonará en el momento en que sea efectiva la extinción del contrato. DepósitosLa publicación en Internet de la lista y las indemnizaciones que les corresponden ha provocado el interés de las entidades de crédito, cuyos agentes comerciales llamaban ayer por teléfono a los trabajadores ofreciéndoles condiciones ventajosas para sus depósitos El importe máximo individual, conforme al acuerdo suscrito por los sindicatos con la empresa el pasado día 4 de julio, no puede ser superior a 200.000 euros brutos, ni el tope máximo del total de indemnizaciones puede superar los 120 millones de euros. "Pero es un buen bocado", dice Antonio, quien tras quince años en la empresa ha tenido suerte "porque he encontrado trabajo cerca de Puerto Real. Ya solo quiero cobrar mi indemnización y volar, olvidar los malos momentos que hemos vivido". El apoyo de su esposa, que se ha movilizado desde el primer día, ha sido crucial.Gustavo Alonso González, 46 años. es ingeniero y uno de los técnicos más cualificados de Delphi. Entró en la compañía el 1 de septiembre de 1989, en la planta de rodamientos U1 (NDH), la misma donde asiste hoy a la última asamblea: "Llevo en esta compañía diecisiete años y once meses. Ha sido un día triste para mí. Por un lado estoy contento porque la solución podría haber sido peor, pero otro estoy molesto porque lo que yo quiero trabajar, no quiero dinero". Alonso quita hierro a su situación emocional, "porque aunque estuve una semana hundido, salí para adelante, la que está fatal es mi mujer, y eso que ella trabaja. Mi hija mayor empieza a estudiar en la universidad en Sevilla, le agobia bastante nuestra situación, pero espero encontrar muy pronto trabajo y cerca de Puerto Real".Gustavo cree que la distancia, la movilidad geográfica, preocupa ahora a una parte considerable del colectivo laboral: "Hay de todo, los de cincuenta para arriba están contentos, los jovencitos no cualificados también porque, tras percibir las indemnizaciones, esperan no tardar mucho en conseguir otro puesto de trabajo. Pero los que estamos en una edad frontera, ni joven ni viejo, los de 46, somos los que tendremos que movernos de aquí con todo lo que eso entraña de gasto y molestias familiares. Todo el trabajo que nos sale ahora o es en el extranjero, en el País Vasco, Madrid o Valencia".Descontento empresarialLa Agencia Andaluza de Innovación y Desarrollo de Andalucía (Idea), dependiente de la Consejería de Innovación, Ciencia y Empresa, será ahora la encargada de recepcionar y gestionar todos los activos de Delphi en sus instalaciones de Puerto Real, en colaboración con un ente jurídico, pendiente de definir, que estará formado por los sindicatos como "canal de participación activa en los proyectos industriales que surjan en la zona". Nada se sabrá, por tanto, hasta que en septiembre el Ejecutivo andaluz desvele las líneas generales, la estrategia y la identidad de las empresas que participarán en el programa de reindustrialización de la bahía de Cádiz.Fuentes de la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA) opinan que el consejero de Innovación, Francisco Vallejo, no ha tenido la suficiente "sensibilidad" con su propuesta de crear un consorcio aeronáutico "porque ha pasado olímpicamente del tejido empresarial andaluz". En la CEA están convencidos de que Vallejo tiene ya "cerrado" un acuerdo con otras empresas (una de ellas, Ficosa) y que, en su actuación, influye "el lobby catalán" del Gobierno, con la supuesta "colaboración" del ministro de Industria, Joan Clos. La CEA espera que Chaves "reconduzca" el asunto y haga ver a Vallejo "la necesidad de contar con empresas andaluzas".