El holandés vende Interbank, uno de los bancos que de ganar la oferta del consorcio hubiera ido al español, que sigue adelantemadrid. El culebrón ABN Amro sigue dando que hablar. Prácticamente cada día surgen novedades sobre el mismo, pero hasta ahora el Santander había salido indemne de todos los movimientos. Ayer se produjo la excepción en este sentido, pero los efectos prácticos no parece que vayan a ser muy dolorosos para la entidad que preside Emilio Botín. Así, ABN decidió el lunes que se desprendía del también holandés Interbank, un pequeño banco que va a parar a Crédit Agricole. Igualmente, anunció ayer que traspasaba DMC, en una operación de similar tamaño, a la propia entidad francesa, aunque este activo estaba otorgado a Royal Bank of Scotland, compañero del Santander junto a Fortis en el consorcio.Con todo, de los 19.855 millones de euros que le correspondería pagar al Santander por los activos que desea obtener, el brasileño Banco Real, el italiano Antonveneta e Interbank, éste último sólo supera el 1 por ciento del total. Es decir, un desembolso de unos 210 millones. Además, las sinergias hubieran sido muy inferiores a las que existen, por ejemplo, con el brasileño Banco Real. De esta forma, en comparación con el resto, la financiera es la que menos importancia tiene para Banco Santander. Según la agencia ANP, la decisión sobre esta venta se tomó a finales del pasado año, al estimar la dirección del holandés que la filial "no se ajustaba a las actividades centrales del banco". Cabe recordar que es el primer organismo de crédito en Holanda y cuenta con un valor cercano a los 2.000 millones.Por otra parte, también es preciso subrayar que ABN se comprometió a no desprenderse de ninguno de sus negocios estratégicos -por su tamaño, Interbank no entraba en esta categoría-, con lo que previsiblemente no debería realizar ninguna operación similar más.En total, de los 71.100 millones que ofrece el consorcio, al Santander le toca poner el 27,9 por ciento. Dejando a un lado a Interbank, este porcentaje se completa con los mencionados activos brasileños, por el que Santander abonaría 12.000 millones, e italianos, que significarían un pago de 6.640 millones. Finalmente, la entidad debería aportar otros 1.005 millones por activos de ABN que no son considerados estratégicos por el consorcio y que tras la operación se intentarían vender con celeridad.Una posición sin cambios A pesar de la decisión tomada por ABN, el Santander no variará su postura en la oferta sobre el holandés. Aunque la entidad ha evitado manifestarse sobre la operación, elEconomista ha podido saber que ésta no se encuentra preocupada por el movimiento y, en todo momento, conocía que se estaban produciendo negociaciones. Otras fuentes han expresado sus dudas sobre la ética de la venta, ya que hay dos ofertas en liza, aunque han reconocido su más absoluta legalidad.