La puja quedó desierta tras el abandono de AirOne y el fondo Matlin Pattersonroma. Pese a tener muchos pretendientes, han plantado a la novia a pocos días de ir al altar. Si en la noche del martes AP Holding -en el que participan la aerolínea AirOne y el banco Intesa-San Paolo- anunciaba su retirada de la puja por Alitalia, ayer por la mañana lo hizo el fondo de inversión americano Matlin Patterson. Pero el susto no quedó ahí. Ante esta situación, el Gobierno italiano decidió por la tarde cerrar el proceso de privatización y no esperar al 23 de julio, fecha límite para hacerse con el 39,9 por ciento de la compañía. ¿Que supone esta decisión del Ejecutivo? Que el proceso se suspende y todas las puertas quedan abiertas para futuro de la compañía. El primer ministro Romano Prodi dijo que si bien el proceso ha concluido de una manera "no deseada", el Gobierno "ya está estudiando" las diferentes opciones disponibles. Estas pueden pasar por un nuevo proceso de privatización o por emprender negociaciones directas con posibles compradores, entre otras soluciones.¿La razón de los abandonos de AirOne y Matlin Patterson? AirOne precisó en un comunicado que "las actuales condiciones" impuestas por el Gobierno "no permiten la realización de un fuerte plan de saneamiento y relanzamiento" de la compañía.Así, siete meses después de haber lanzado en diciembre el proceso de venta de su 49,9 por ciento de Alitalia, el proceso de privatización se quedaba desierto dejando al Gobierno en una situación incómoda ante la creciente presión de la oposición de centro-derecha y de los sindicatos que, ayer, hicieron coincidir estos anuncios con una huelga de 24 horas con más de 100 vuelos cancelados. Es probable que en caso de que se reanudara el proceso o de que se negociara de forma directa con nuevos compradores, el Ejecutivo italiano suavizara algunos de los requisitos impuestos para vender la compañía. Y es que Roma exigía la compra de al menos 39,9 por ciento de Alitalia, lo cual obligaba a lanzar una opa sobre todo el capital, y el mantenimiento de la marca y de la identidad nacional de la aerolínea. También se pedían pocos cambios en la administración de los recursos humanos de la empresa. La realidad es que cuando el proceso estaba en su recta final, se ha venido abajo dando lugar a una situación preocupante que se reflejó ayer en los mercados: las acciones de Alitalia llegaron a caer ayer un 8 por ciento.Además, desde Bruselas se negó la posibilidad de que la Unión Europea ni el Estado pudiera apoyar económicamente a la aerolínea para sacarla de su difícil situación. "Una operación similar se realizó en 1994, lo que impide que se vuelva a repetir", dijo el francés Jacques Barrot, comisario de Transportes.