La inmobiliaria española pide que los galos lancen una opa igual que Sacyr barcelona. Ésta parece ser una semana de alegrías para la constructora francesa Eiffage. El pasado martes vio cómo le daba la razón el regulador bursátil francés (la AMF, Autorité des Marchés Financiers) bloqueando la opa en acciones de su primer accionista, Sacyr Vallehermoso. La constructora francesa vio ayer cómo la justicia bloqueaba los derechos de voto a los que se vio vetada la inmobiliaria Rayet en la junta del 23 de abril acusada por los gestores de Eiffage de concierto entre accionistas españoles. El tribunal de la Corte de Apelación de Versalles falló a favor de Eiffage y revocó los derechos de voto de Rayet. En su veredicto, los jueces Thierry Frank, Evelyne Louys e Ingrid Andrich consideran que la dirección de Eiffage tenía "el poder y el deber de controlar el ejercicio del derecho de voto y que su decisión no era arbitraria". Rayet presentó en junio una demanda para impugnar la junta de accionistas de Eiffage, en la que participa con el 4,2 por ciento, después de que se le privara de sus derechos de voto. Los jueces condenan a Rayet a pagar 6.000 euros a Eiffage y otros 6.000 euros a la sociedad de directivos Eiffame por las costas del proceso. Por su parte, el presidente de Rayet, Félix Abánades, pidió ayer a la AMF, el mismo trato para los accionistas franceses de Eiffage que el que ha tenido con Sacyr y que les obligue a lanzar una oferta pública de adquisición (OPA) a un precio superior a la del grupo español.