Cada administrador ha firmado un documento donde rechaza estar actuando en alianzaOtros inversores españoles del grupo galo están recibiendo la misma misiva para firmarlamadrid. Faltan sólo dos días para que el supervisor del mercado galo (AMF) se pronuncie sobre el supuesto concierto entre Sacyr Vallehermoso y 89 inversores españoles para tomar el control de Eiffage, la tercera constructora de Francia. Pero, a pesar de la inmediatez de la fecha, todavía quedan muchas cartas por destaparse.Una de ellas es un documento que han firmado todos los consejeros de la compañía presidida por Luis del Rivero donde, uno por uno, niegan cualquier acción concertada con otros accionistas de Eiffage, según ha confirmado elEconomista con fuentes implicadas en la operación.Esta misiva también ha sido enviada a otros inversores presentes en el capital de la empresa gala. No obstante, en Grupo Rayet, segundo gran accionista español por detrás de Sacyr Vallehermoso (ver gráfico), niegan haber recibido tal documento, aunque añaden que "cuando lo recibamos, no tendremos problema en suscribirlo, porque no estamos en concierto con nadie".Sacyr Vallehermoso es el primer accionista de Eiffage, con un 33,32 por ciento del capital. Sin embargo, está fuera de sus órganos de gobierno, debido a la numantina oposición de Jean-François Roverato, presidente del grupo galo y bestia negra de los inversores españoles. Implicaciones legalesEl hecho de que cada consejero de Sacyr Vallehermoso esté negando por escrito cualquier tipo de acción concertada con otros inversores puede ser la prueba definitiva que eche por tierra los argumentos de Roverato.Desde siempre, el directivo galo se ha opuesto a la entrada de la constructora española, hasta el punto de haber advertido en público que no iba a consentir que "unos naranjeros y golfistas" se hicieran con el control de Eiffage, en clara referencia a los orígenes murcianos de Luis del Rivero.Sin embargo, por el momento, no ha conseguido ninguna prueba que demuestre el supuesto concierto español. Sus pesquisas apenas han conseguido arañar ciertos lazos personales entre algunos miembros de la cúpula de Sacyr -fundamentalmente, Luis del Rivero y José Manuel Loureda, ex presidente del grupo y actual consejero- con otros inversores de Eiffage.Por ejemplo, según publicó Le Figaro, existe una pequeña relación entre tres accionistas españoles y la sociedad Opera Bona, dirigida hasta febrero de 2006 por José Manuel Loureda y donde Luis del Rivero estuvo hasta la misma fecha como administrador. También existen unos lazos similares entre la sociedad Bens Patricios y Loureda. Dicha empresa, propiedad de José Manuel Otero, es dueña del 15 por ciento de Puertas y Calzadas, grupo donde Juan María Loureda, hermano del ex presidente de Sacyr, ocupa la vicepresidencia. No obstante, según algunos expertos, estas conexiones son demasiado débiles como para considerarse concierto.La segunda derivada del documento suscrito por los consejeros de Sacyr es que asumen personalmente la responsabilidad del contenido firmado y, si por cualquier circunstancia se probara un concierto, alguien podría tomar acciones legales directamente contra ellos. No obstante, los administradores del grupo español hablan en primera persona. Por tanto, para poderse actuar contra alguno, habría que demostrar que, personalmente, está implicado en la operación de concierto. Juicio el juevesEl jueves, Sacyr y Eiffage volverán a verse las caras en el Tribunal de Nanterre, donde la constructora española ha puesto una demanda -a la que se ha sumado Luis Portillo, presidente de Colonial-, contra el grupo galo, por haber eliminado los derechos de voto de 89 inversores españoles, que suman un 17,5 por ciento del capital.Antes de celebrarse la vista, se prevé que la AMF entregue a los magistrados su informe sobre el supuesto concierto español. Además, durante la vista, la dos partes podrían aportar nuevas pruebas que avalen sus argumentos.