madrid. El Banco Central Europeo (BCE) tiene una costumbre. Cada dos años actualiza los criterios de valoración que aplica a los activos que los bancos le entregan como aval para conseguir financiación en la ventanilla de la institución monetaria. Ese momento llegó ayer, jornada en la que la entidad modificó sus condiciones, aunque éstas no entrarán en vigor hasta el 1 de enero de 2011. En concreto, redinifió el descuento que aplicará a los activos en función de la calidad, la liquidez y el plazo de vencimiento. Así, con los títulos más seguros, como la deuda pública estatal y la emitida por bancos centrales, una entidad podrá conseguir hasta 99,5 millones por cada 100 millones que entregue. Por el contrario, los activos con más riesgo, como los bonos cuyos intereses se comportan de forma inversa a los tipos, sólo darán derecho a 30,5 por cada 100 millones de euros entregados. En esta revisión, el BCE centró su punto de mira en las cédulas hipotecarias y otros intrumentos de deuda de emisores financieros y corporativos privados, a los que ha elevado el descuento y, por tanto, serán menos valiosos para obtener liquidez.