La entidad se agarra a su solvencia y liquidez para calificar de injusta la rebajamadrid. Si la coctelera de las calificaciones crediticias se agita con una buena dosis de riesgo de la economía española, el impacto en los negocios de la coyuntura económica portuguesa y la exposición al riesgo inmobiliario de un banco... el resultado es explosivo. Pero si se añaden unas buenas dosis de liquidez y solvencia, el resultado es bien distinto. La agencia de calificación Fitch, que se ha encargado de agitar esa coctelera, parece haberse quedado con la primera parte de los ingredientes para recortar dos escalones la calificación del Banco Popular, mientras que la entidad que preside Ángel Ron lamenta que no se hayan tenido en cuenta ni los niveles de solvencia ni de liquidez a la hora de publicar esa nota. La agencia de calificación, a través de un comunicado, explicó ayer sus razones para rebajar en dos escalones el ranking del banco que pasa de 'AA-' a 'A' con perspectiva estable y son, básicamente, tres: la débil economía española, la exposición a la coyuntura económica lusa y su decidida apuesta por el mercado inmobiliario y constructor. Desde su atalaya, Fitch advierte de que aún existen dudas sobre el ritmo de recuperación de la economía española y de su sector inmobiliario, y cree que el proceso de ajuste hacia un menor nivel de endeudamiento en el sector privado y externo se traducirá en una reducción de la tasa de crecimiento en el medio plazo. Riesgo Y bajo esa línea de argumentación, la agencia de calificación subraya que en esta coyuntura la entidad que preside Ángel Ron continuará estando en riesgo debido a su significativa presencia en el sector inmobiliario y constructor, a la vez que recuerda el elevado volumen de activos inmobiliarios que tiene en cartera pendientes de ejecución hipotecaria. "Reducir su exposición a estos sectores será un desafío teniendo en cuenta la significativa exposición del banco, lo que implica que un periodo más largo de conversión y mayores riesgos", asegura el informe. Y aunque apostilla que Banco Popular también tendrá que enfrentarse al reto de mejorar su financiación minorista, ve positiva la mejora de su financiación en 2009 tras haber crecido el 19 por ciento el volumen de depósitos. Sin embargo, lo considera insuficiente para reducir su dependencia de la financiación mayorista. Sobre éste último punto, la agencia advierte de que esto plantea problemas de financiación y liquidez debido a las actuales dificultades para acceder a los mercados mayoristas y a la fuerte competencia en depósitos. Pero ante tanta arena, Fitch también aporta la de cal. La agencia pone de relieve la buena situación de su red comercial, especialmente, la que se ocupa de la pequeña y mediana empresa, que genera ingresos recurrentes, es eficiente en costes, dinámica en su gestión y mejora la base de depósitos de la entidad. Motivos que llevan a la agencia de calificación a mantener la perspectiva estable de la entidad. Solventes Desde el Banco Popular se lamentaron, sin embargo, que a la hora de emitir el informe no se haya tenido en cuenta las holgadas posiciones de liquidez y solvencia. Y también ofrecen sus argumentos para mantener su actual rating. En este sentido, fuentes de la entidad aclararon que su solvencia de primera calidad (core capital) es del 8,74 por ciento -entre los más altos de las entidades europeas- tras haber cerrado un acuerdo con Credit Mutuel que le ha supuesto una fuerte inyección de capital. Otro de los argumentos con el que invitan a la calificadora a revisar su calificación es la liquidez. Así recuerdan que la entidad ha logrado captar 5.200 millones de euros en depósitos sólo hasta el mes de mayo. Del mismo modo, fuentes de la entidad que preside Ángel Ron también pusieron sobre la mesa otro dato para que la agencia de calificación lo tenga en cuenta en su análisis y posterior calificación: los vencimientos de capital están cubiertos tanto para este año como para el siguiente.