La industria española del turismo se prepara para una temporada estival que muestra claros síntomas de recuperación respecto a 2009. Pero la subida del IVA puede poner freno al consumo; y con él, a esta tendencia. Para el sector, las contrataciones de verano serán las más perjudicadas. Por M. FiguerueloLos empresarios turísticos de todos los sectores, hoteleros, agencias, touroperadores y transporte, coinciden: el incremento del IVA no ha podido llegar en peor momento, en el comienzo de la campaña de verano. El sector turístico, que representa más del 10 por ciento del PIB, será uno de los más perjudicados por la subida del IVA. El 97 por ciento de las compañías de hostelería y turismo se muestra contrario a la subida, según fuentes de las Cámaras de Comercio, aunque el 72,6 por ciento estaría a favor de este aumento en el caso de que se redujesen proporcionalmente las cotizaciones sociales. Las principales patronales de las agencias de viajes, ACAV Adeture, Amave, Feaav y Ucave, que representan a la práctica totalidad del sector, han expuesto los perjuicios que la medida conllevará para las agencias, un sector que está atravesando en la actualidad una situación difícil, que se refleja en un descenso sustancial de las ventas, además de en el cierre de oficinas y en el número de despidos. "La subida del IVA encarecerá los precios de los paquetes turísticos frente a nuestros principales competidores, lo que provocará que nuestros clientes se vayan a la zona dólar o a otros países europeos con impuestos al turismo más baratos", según el presidente de la Federación Española de Agencias de Viajes, Rafael Gallego. El sector había pedido una bajada del IVA del 16 al 7 por ciento, medida encaminada a reactivar un sector azotado por la crisis y que resulta estratégico para la economía de nuestro país. En la actualidad, algunos servicios turísticos, como los hoteles, tienen un IVA reducido del 8 por ciento -del 7 por ciento antes de la subida del IVA el pasado 1 de julio-; mientras las agencias de viajes soportan el IVA general, ahora del 18 por ciento. El sector se enfrenta ahora a la necesidad de afrontar la diferencia del 2 por ciento en la subida en sus cuentas de resultados, ante la imposibilidad de repercutir el IVA en las contrataciones cerradas en 2009 para esta temporada de verano. "La subida tendrá efectos muy negativos sobre los resultados de las empresas turísticas", según el presidente del Instituto de la Empresa Familiar (IEF), el hotelero Simón Pedro Barceló, que cifra el descenso en los beneficios de las empresas entre el 10 y el 15 por ciento, ante la imposibilidad de repercutir la subida en clientes e intermediarios al "tener los precios contratados". Las contrataciones, de momento, siguen su racha ascendente, aunque las últimas cifras recogidas se corresponden con el periodo anterior a la subida del IVA. Además, no se puede cuantificar la participación del colapso de Viajes Marsans -con unas ventas de 1.200 millones de euros en 2008, antes de iniciarse su desmantelamiento- en la mejoría del mercado. Pero la mejoría del mercado es un hecho. Beneficia básicamente a Halcón e Iberia, aunque todas las grandes agencias han alcanzado un volumen de contratación de hasta un 25 por ciento superior a las mismas fechas de 2009. Viajes Halcón, del grupo Globalia -con unas 1.500 agencias de viajes en España y Portugal, ha incrementado sus reservas para el periodo junio-octubre hasta un 20 por ciento respecto al mismo periodo de 2009. Un optimismo razonable que comparten las cadenas hoteleras. Pero desde el sector se reclamaba, al menos, un aplazamiento de la subida del IVA hasta el próximo otoño. Para José Luis Zoreda, vicepresidente de Exceltur, era imprescindible "para que se consolidara la recuperación del turismo". Discrepancias Gobierno y empresarios discrepan sobre el impacto que tendrá la subida del IVA en el turismo. Aunque el propio Gobierno ha terminado por admitir la posibilidad de que la medida tenga un impacto negativo en el sector turístico español, a corto plazo, al igual que en el resto de sectores económicos, defiende la subida a largo plazo y descarta que reste competitividad respecto a otros países de la Unión Europea, con un IVA superior al nuestro en productos y servicios. Desde el pasado 1 de julio, el IVA que afecta a hoteles, restaurantes y transporte pasó del 7 al 8 por ciento; y el de los paquetes turísticos, del 16 al 18 por ciento. El tipo de IVA que se aplica en Francia, en ambos conceptos, es del 5,5 por ciento; y del 10 por ciento en Italia. En Portugal, los servicios hoteleros tributan un 5 por ciento de IVA, mientras que los bares y restaurantes lo hacen al 12 por ciento. Alemania, para paliar la debilidad de su mercado, ha reducido este año el IVA para la restauración y la hostelería.