¿Ha escuchado el nombre de estevia alguna vez? Pues recuérdelo, porque pronto podría consumir esta edulcorada planta latinoamericana en su refresco favorito. Coca-Cola se ha liado la manta a la cabeza y no ha dudado en apoyar la comercialización de este endulzante natural en un sinfín de productos.Y eso, pese a que en Estados Unidos y la Unión Europea su uso como aditivo alimenticio no cuente con la aprobación de las autoridades sanitarias. Muchos ya han calificado la estrategia de suicidio, pero esta experimentada compañía no decide de la noche a la mañana registrar 24 patentes para blindar el uso exclusivo del polémico vegetal en distintos brebajes sin un plan en el bolsillo.¿Beneficioso para la salud?En esta enrevesada peripecia, el fabricante de bebidas carbonatadas más grande del mundo no está solo: se ha aliado con Cargill, una importante compañía agrícola con sede en Minnesota. Así, Cargill se responsabilizará de convencer a sus agricultores para que cultiven la planta, originaria de Panamá, en suelo norteamericano, además de añadirlo en alguno de los alimentos que comercializa. Tras su conversión en un edulcorante completamente natural, que podría ser bautizado con el nombre de rebiana, abreviación del nombre científico Stevia Rebaudiana, Coca-Cola se encargaría de emplearlo en su larga retahíla de bebidas con la intención de apelar a los consumidores más concienciados por su salud. Con mas de 400 millones de personas obesas en todo el mundo, y las muchas que quedan por sufrir lo que los expertos califican ya como la epidemia del futuro, no parece ninguna tontería el esfuerzo por encontrar nuevas fórmulas que consigan endulzar la vida de los humanos de la forma más sana posible. Pese a la manifiesta oposición en dos mercados tan importantes como el estadounidense o el europeo, la estevia está completamente legalizada en un total de 12 países, entre los que se encuentran Brasil y China, e incluso Japón, donde ya se utiliza en la Diet Coke (la Coca-Cola Light).Problemas para la saludEn EEUU parece que la Agencia de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) no está dispuesta a añadir la estevia a su larga lista de edulcorantes, todos ellos de origen químico y con leyendas urbanas sobre su daños colaterales al organismo humano inundando la red. Un estudio realizado en 1985 vinculó esa hierba con problemas hepáticos y algunas autoridades alimenticias europeas han expresado preocupación sobre su posible toxicidad. De momento, lo cierto es que Coca-Cola no ha reparado en subirse al carro de todos los aditivos artificiales aprobados por la FDA y ha mezclado su secreta fórmula con casi todos los edulcorantes hasta ahora a disposición del mercado: la sacarina, el aspartame, la sucralosa o el ACE-K. En la variedad está el gustoSi uno se pasea por un supermercado norteamericano podrá comprar Diet Coke Plus, vitaminada y endulzada con aspartame; Enviga, la nueva bebida quemacalorías que incluye aspartame y un toque de ACE-K; la Coke Zero, que incluye igualmente aspartame y Ace-K o la Diet Coke con Splenda, nombre comercial del edulcorante desarrollado de la sucralosa. Con este inventario, que cambia de país en país, no es de extrañar que Kari Bjorhus, portavoz de Coca-Cola, declarara que la inversión de la empresa en el desarrollo del endulzante a partir de la estevia haya sido "significativo", ya que cree que tiene "mucho potencial" porque esta planta carece de calorías y carbohidratos, algo que la convierte en el aditivo perfecto. En el mercado nipón se emplea en numerosos productos como la salsa de soja y Coca-Cola la utiliza allí para endulzar la Diet Coke, aunque últimamente se ha decantado por edulcorar con aspartame en todo el mundo. En Japón, la estevia abarca cerca de un 40 por ciento del "dulce".Posiciones contradictoriasPese a que la FDA permite la estevia como suplemento dietético, desde 1990 se ha negado a aprobarlo como aditivo alimenticio alegando que los informes toxicológicos no corroboran su seguridad para dichos menesteres. Tanto Coca-Cola como Cargill alegan que rebiana es una versión sumamente refinada de la estevia en sus esfuerzos por convencer a la agencia estadounidense para su aprobación, que todavía podría tardar años.En realidad, algunos apuntan a que esta negativa estadounidense a estevia está promovida por la industria azucarera del país, que se ha visto seriamente amenazada en los últimos años. Esta glucémica guerra ha tenido sus golpes bajos, en especial, cuando los azucareros comenzaron a lanzar campañas contra algunos edulcorantes, como la marca Splenda, que vio cuestionado seriamente su nivel de toxicidad. Ahora se libra otra pequeña batalla, capitaneada por un gigante.