La aerolínea británica sólo tendra un ejercicio de nueve meses para coincidir con el año natural de su socia españolamadrid. El ejercicio fiscal de British Airways será este año el más corto de su historia. Durará sólo nueve meses y finalizará en diciembre. ¿La razón? El gigante aéreo quiere armonizar sus cuentas tanto con Iberia como con la nueva compañía holding que capitaneará la fusión: International Airlines Group. La empresa dirigida por Willie Walsh lo detalla en su informe anual y facilita así el nacimiento del nuevo grupo aéreo para enero, tal y como marca el calendario marcado por ambas compañías aéreas. Pese a que los años fiscales que empiezan el 1 de abril y terminan el 31 de marzo son muy habituales en las empresas anglosajonas, para el negocio aéreo no tiene mucho sentido estratégico para la planificación anual de la temporada de verano y de invierno. Fuentes oficiales de British Airways consultadas por este periódico aseguran que la decisión no se toma "para adaptarse al calendario de Iberia, sino para adaptarse al calendario marcado por la fusión". Pese a esta lógica justificación, lo cierto es que tampoco hubiera existido ningún problema operativo en lanzar la nueva aerolínea el 1 de abril y haber ajustado de manera inversa los años fiscales de Iberia y de la Topco (International Airlines Group) al de British Airways. Hasta que el próximo 1 de enero despegue el nuevo proyecto aéreo hispano-británico, quedan varios hitos bastante significativos. El primero de ellos se debe de resolver en breve, antes de que finalice el mes de junio. Se trata del acuerdo del fondo de pensiones de British Airways y el agujero económico que generará para la aerolínea durante los próximos años. Una vez conocida esa información, Iberia tiene hasta finales de septiembre para valorar si el fondo de pensiones golpea o no sus intereses en el nuevo grupo. La aerolínea española tiene una salvaguarda por la que podría romper la fusión, sin tener que indemnizar a British Airways, si considera que las consecuencias económicas de ese acuerdo afectan a su viabilidad económica futura. Una vez dada la luz verde, el resto del camino es bastante sencillo. A primeros de octubre se convocan las juntas extraordinarias de accionistas que aprobarán la fusión por parte de British e Iberia. Estas reuniones tendrán lugar a comienzos de noviembre. En diciembre debe estar completada la fusión con el objetivo de que la nueva aerolínea arranque con el nuevo año natural.