Sogecable se niega a pagar 98 millones por el fútbol mientras no se cumplan las cláusulas de 2009 La patronal de los clubes muestra su preocupación ante el riesgo de impago de la productora catalanamadrid. Mientras media España estaba ayer pendiente del inicio del primer partido del Mundial en el que nuestro país se enfrentó a Suiza, Mediaproducción, la filial del grupo Mediapro que gestiona los derechos de los equipos de fútbol de primera y segunda división, solicitaba en un juzgado mercantil de Barcelona el concurso de acreedores, lo que podría dejar al borde del abismo a muchos clubes nacionales. Tras tirar la casa por la ventana para hacerse con todos estos derechos de retransmisión, Jaume Roures, socio de referencia y principal directivo de la empresa catalana, empieza ahora a sufrir las consecuencias. Mediaproducción, la compañía que encabeza, tiene pendientes de pago cerca de 3.140 millones de euros. Al margen de las deudas financieras y facturas con los proveedores, la adquisición de esos derechos deportivos obliga al grupo a pagar a lo largo de los próximos seis años hasta 2.583,8 millones de euros. En caso de no poder hacer frente a estas obligaciones, el grupo dejaría a muchos equipos de fútbol con el agua al cuello, ya que es de la venta de los derechos de retransmisión de donde sacan la mayor parte de sus ingresos. El importe total de los compromisos financieros de Mediaproducción, que no incluye deudas con empresas del grupo y asociadas por importe de otros 388,7 millones, es especialmente relevante porque, según las cuentas de 2008, el último ejercicio disponible, equivalen ya a casi 80 veces su resultado de explotación; 25 sus fondos propios y casi siete su volumen de facturación. Y eso por no hablar de los resultados, que no han parado de caer en los últimos años. En los clubes de fútbol se reconocía ayer que "existe una preocupación máxima" ante la petición de concurso. La compañía tiene contratos firmados con los 40 clubes de Primera y Segunda y muchos de ellos se encuentran en una situación financiera muy complicada. Tan sólo entre el Real Madrid, el Atlético, el Valencia, el Barcelona y el Deportivo de La Coruña suman una deuda de 2.300 millones. Fuentes próximas a la Liga de Fútbol Profesional reconocían ayer que "la preocupación es lógica porque ahora tendrá que ser un juez el que dictamine a quién y cómo se paga". Mediapro explica, no obstante, que al acogerse al concurso de acreedores por insolvencia inminente, y no actual, está obligada a cumplir los contratos con los clubes y tan sólo se paralizan las acciones judiciales de los acreedores contra el deudor. Y ese es, precisamente, el motivo que explica la petición de concurso, de la que se encarga el despacho Garrigues. Según la empresa de Roures, la solicitud no obedece tanto a problemas de liquidez, como a la negativa de Sogecable a abonar los 98 millones ya apalabrados para la próxima temporada 2010-2011. El problema es que el impago de Sogecable podría abocar a Mediapro "a un desequilibrio en los flujos de caja" y, si el juez acepta el concurso tras analizar la compañía, los administradores concursales podrían declararla insolvente. En ese caso se establecería un orden de pagos de acuerdo con la masa patrimonial y la normativa de la Ley Concursal, lo que dificultaría el pago a los clubes de fútbol. ¿Y qué dice mientras tanto Prisa? Para la empresa de la familia Polanco la argumentación esgrimida por el grupo Roures es falsa, asegurando que ellos sí están dispuestos a abonar los 98 millones de euros para la próxima temporada. Eso sí, siempre y cuando Mediapro aporte garantías de que no se cometerán irregularidades en el cumplimiento de las cláusulas del contrato que ambas partes suscribieron en junio de 2009. Entonces, las dos empresas ponían fin a la guerra del fútbol con un acuerdo de explotación conjunta de los derechos de fútbol. El pasado mes de marzo el juzgado de primera instancia número 36 de Madrid dio ya la razón a Prisa en la guerra del fútbol y obligó a Mediapro a pagar 103 millones de euros (97 millones más los intereses) por facturas pendientes e incumplimiento de contrato. Esta sentencia está ahora recurrida. Sogecable se niega a pagar esa misma cantidad, correspondiente al año que viene, mientras que el importe no se le abone. Fuentes cercanas a Mediapro explican que "sabemos que esto tiene un coste de imagen, pero la decisión no pone en peligro al grupo. Sin embargo, Sogecable se puede quedar sin el fútbol, lo que podría llegar a afectar, incluso, a la fusión que Telecinco cerró con Cuatro, ya que adquirió el 20 por ciento del accionariado de la filial de Prisa y, en ella venían incluido el fútbol y si lo pierde entendemos que se devalúa su valor". Según esta misma fuente, la intención de Sogecable era reabrir la guerra del fútbol pero al tomar la opción del concurso de acreedores Mediapro pone fecha de caducidad al conflicto. La temporada 2010- 2011 se inicia en agosto y el pago de los 97 millones, en teoría pendientes, se tendría que realizar antes del 30 junio.