El Gremio de Libreros ha expulsado a gran parte de los competidores de la firmamadrid. Siloé y Moleiro son dos de los editores de facsímiles (copias de manuscritos) más importantes de España. En los últimos años, han recibido premios del Ministerio de Cultura y sus libros están presentes en las ferias de Londres, Tokio, Fráncfort y México. Sin embargo, el pasado domingo, Siloé puso un anuncio en un diario de tirada nacional para disculparse ante sus clientes. "No nos busque en la Feria del Libro de Madrid. Nos encantaría mostrar nuestros libros en el Retiro, como en otras ocasiones, pero la comisión organizadora ha cambiado el reglamento y nos lo impide", asegura Siloé. Y no es el único caso. Ediciones Moleiro y Patrimonio han sido también expulsadas.La Feria, organizada por el Gremio de Libreros, sólo permite la participación de los editorea de facsímiles de Madrid. Y entre ellas destaca AyN Ediciones, una filial Arte y Naturaleza, una empresa en suspensión de pagos e investigada por la Audiencia Nacional por un presunto delito de estafa similar a los de Fórum y Afinsa.Problemas de espacioEl Gremio de Libreros alegó primero que no tenía espacio suficiente en la Feria y, después, ante las numerosas quejas recibidas, cambió el reglamento para impedir que pudieran participar compañías que no tuvieran su sede en Madrid. "Somos una entidad privada y tenemos nuestro propio reglamento", explica Teodoro Sacristán, director de la Feria del Libro. "Se decidió excluir a los editores de fuera de Madrid por problemas de espacio".Sacristán también niega las acusaciones de trato de favor a Arte y Naturaleza. "No me suena ni el nombre, no sé quién es esa empresa". Sin embargo, la editorial Siloé ha encargado a sus servicios jurídicos que estudien la presentación de una querella, sin descartar posibles acciones legales ante el Tribunal de Defensa de la Competencia. Su director, Juan José García, asegura que "la decisión de la Feria del Libro no tiene ningún fundamento". Mónica Miró, directora editorial de Moleiro, reconoce también que "se está estudiando presentar una denuncia". La empresa ha pedido amparo al Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid. El problema es que ninguno de los dos participa en la organización, porque la Feria del Libro es una entidad privada, y no pueden hacer nada.