Buscan la colaboración del nuevo presidente de Casa en espera del próximo cambio accionarialNicolas Sarkozy y Angela Merkel tratarán el futuro del grupo aeronáutico a mediados de juliomadrid. El nombramiento de Carlos Suárez como nuevo presidente de EADS Casa tiene un trasfondo de mucho más calado que el simple relevo de Francisco Fernández Sáinz, anterior primer ejecutivo de la filial española del gigante aeronáutico. "Con este cambio, alemanes y franceses quieren lograr el apoyo de su socio español para garantizarse el control del grupo aeronáutico", aseguran fuentes de la compañía europea.Cada uno ha tenido sus razones para dar el visto bueno al nombramiento de Suárez. Alemania cree que es el hombre ideal para dirigir la división de transporte militar de EADS porque ha pasado buena parte de su carrera allí y "su formación en la compañía ha sido germanófila", añaden. Francia también se frota las manos con su elección porque desde Toulouse se dirige el programa estrella de esta filial: el avión de transporte militar A400M y esperan que Suárez sea fiel a sus directrices, ya que fue uno de los padres del proyecto.El accionariado de EADS puede experimentar en poco tiempo una reestructuración sin precedentes. Los accionistas galos se agrupan en Sogeade, una sociedad que controla el 22,5 por ciento de la empresa y que incluye las participaciones del Estado francés (15 por ciento) y del grupo privado Lagardere. La parte alemana también suma un 22,5 por ciento a través de Daimler Chrysler, que ostenta el 15 por ciento; el restante 7,5 por ciento se lo ha vendido a 15 inversores germanos: siete privados y ocho públicos.Alemanes y franceses controlan a la par la empresa con similar participación y los mismos derechos de voto. España está presente con el 5,5 por ciento a través de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (Sepi), que tiene voz en la empresa pero no voto.Arnaud Lagardère sabe que su participación en la compañía no va a ser eterna, pese a las súplicas del recién estrenado primer ministro francés Nicolas Sarkozy, gran amigo de la familia Lagardère. La posible salida del grupo privado galo y la paulatina desinversión de Daimler Chrysler coinciden con la entrada en el capital de un nuevo actor, el banco de inversión público ruso VTB, que controla el 5 por ciento del grupo, y con la petición de un consejero por parte de Reino Unido. "Ante este nuevo escenario, Alemania y Francia quieren asegurarse el apoyo de España para tomar ventaja en la reorganización accionarial de EADS", explicaron fuentes de la cúpula de la compañía a este periódico. Incluso han animado a Sepi para que aumente su presencia en la compañía a través de un grupo de inversores privados españoles. Este incremento accionarial se podría ver recompensado con la incorporación de un nuevo consejero que se sumaría al que ya participa en las reuniones, Juan Manuel Eguiagaray, y con el posible derecho a un voto en el consejo.Para tratar del futuro de la compañía está prevista una reunión entre Nicolas Sarkozy y Angela Merkel en Toulouse, la sede social de Airbus, a mediados de julio. Puede ser el momento para que España tome más protagonismo.