El grupo cementero catalán busca inversiones en Brasil, México y Uruguaybarcelona. Cementos Molins ha emprendido un viaje sin retorno. Con la demanda española de cemento por los suelos, el grupo catalán está acelerando sus inversiones en los mercados internacionales, principalmente en América Latina y Túnez. Las inversiones previstas para el año 2010 ascienden a 280 millones de euros, que se destinará principalmente a la construcción y ampliación de las plantas que el grupo tiene en México, Argentina y Uruguay, por un lado, y en Túnez por el otro. En España, la inversión prevista es de 55 millones de euros y se destinará a concluir la construcción del nuevo horno central de la fábrica que Cementos Molins tiene en Sant Vicens dels Horts (Barcelona) y que es la cuna donde nació la empresa. "Hemos apostado por construir una gran planta con capacidad para tres millones de toneladas porque consideramos que en España en general y en concreto en Cataluña, sólo las grandes plantas, con gran capacidad y sin problemas medioambientales van a poder continuar manteniendo sus actividad", explicó el presidente de la compañía Joan Molins. Las inversiones previstas para este año sitiarán la deuda consolidada del grupo sobre los 380 millones de euros. Cementos Molins prevé mantener los beneficios este ejercicio 2010 pese al descenso del mercado español, que en dos años se ha reducido un 50%, disminuyendo un total de 28 millones de toneladas. "Esperamos un resultado de alrededor 56 millones de euros para el cierre de 2010", explicó Joan Molins, que también indicó que el dividendo se mantendrá en los mismos niveles que el pasado año, después de que en 2009 ya se recortara hasta 0,24 euros el título. Cementos Molins obtuvo en el primer trimestre de este año un beneficio neto consolidado de 13,4 millones de euros, un 6 por ciento menos que en el mismo período de 2009. La cifra de negocio de la cementera ha alcanzado en los tres primeros meses de 2010 los 185,6 millones de euros, un 11,5 por ciento más que hace un año.