El grupo español apoyaría una opa sobre APRR si toma el control del francésmadrid. Todo empezó hace 14 meses, poco después de que Sacyr anunciara su entrada en Eiffage y antes de que la tercera constructora de Francia celebrara su Junta General de Accionistas. Por aquel entonces, el supervisor del mercado francés (AMF) solicitaba periódicamente información a su homólogo español (CNMV), según ha confirmado elEconomista con fuentes de absoluta solvencia próximas al organismo presidido por Julio Segura.Las preguntas del supervisor galo iban dirigidas a destapar las intenciones españolas en Eiffage y, sobre todo, a aclarar si estaba actuando en concierto en otros inversores españoles para tomar el control del grupo sin lanzar una opa.Las mismas fuentes señalan que el hostigador de estas pesquisas era Jean-François Roverato, presidente de Eiffage y claro enemigo del grupo español. Sin embargo, en todo este tiempo, ni la CNMV ni la AMF han constatado ninguna de las acusaciones vertidas contra Sacyr.Unos dardos que todavía continúan. El presidente francés sigue intentando demostrar un concierto entre Sacyr (dueño del 33,2 por ciento) y los 89 inversores a los que anuló su derecho de voto en la Asamblea General del mes pasado por el hecho de ser españoles. Juntos, estos accionistas, suman un 17,5 por ciento del capital de la tercera constructora francesa.El supervisor bursátil galo, por su parte, abrió una investigación formal sobre Eiffage en el primer trimestre del año, para aclarar los motivos de su fuerte revalorización en bolsa. Pesquisas que endureció el mes pasado y que, ahora, Roverato intenta alimentar buscando lazos entre Sacyr y el resto de inversores españoles. Sin embargo, según Le Fígaro, por el momento carece de ninguna prueba en firme que demuestre un concierto.Opa sobre APRRRoverato también ha pedido a la AMF que obligue a Sacyr a lanzar una opa sobre la sociedad de autopistas APRR, controlada por Eiffage y Macquarie desde que fue privatizada hace año y medio. Fuentes cercanas a la compañía española aseguran que ésta apoyaría lanzar una oferta sobre el once por ciento del capital que todavía no controla el consorcio franco-australiano si, previamente, toma el control de Eiffage. No obstante, la opa sobre APRR debería contar con el visto bueno de Macquarie.Si consiguieran sacar adelante esta oferta, la constructora francesa y el banco australiano podría excluir a APRR de bolsa y, así, beneficiarse de una serie de ventajas fiscales que hasta ahora no han disfrutado, debido a que Roverato rechazó pagar al fondo Elliot, dueño del once por ciento del grupo de autopistas, el precio que le pedían para venderle su participación en la concesionaria.