La agencia de medición de riesgo rebaja su calificación y mantiene su perspectiva negativaMADRID. La agencia internacional de medición de riesgo Fitch rebajó ayer el rating de Caixa Girona y Caixa Laietana, situándolo en BBB y BBB- respectivamente, y ha emplazado a ambas a fusionarse con otras entidades, ya que de lo contrario se exponen a sufrir una nueva rebaja en su calificación. Fitch mantiene además el rating de las dos cajas catalanas en perspectiva negativa, según ha informado en un comunicado. Caixa Laietana y Caixa Girona son, junto a Caixa Penedès, las únicas cajas catalanas, al margen de La Caixa, que han rehusado participar en un proceso de integración y han decidido seguir operando en solitario, al menos de momento, en el nuevo mapa financiero. En el caso de Caixa Laietana, Fitch ha rebajado su deuda de BBB a BBB-, el último nivel de grado de inversión. La agencia considera que la caja del Maresme tiene poco margen para mejorar su nivel de capitalización y que será difícil que transforme su perfil de riesgo debido a la incertidumbre de la evolución de la economía española y la recesión que vive el sector inmobiliario. La caja, además, "tiene que seguir mejorando sus fondos en un momento en que la competencia en el ámbito de los depósitos es probable que continúe". Todos estos factores ejercerán presiones sobre la calidad de los activos y la rentabilidad de Caixa Laietana tanto en 2010 como en 2011. Esta situación, sostiene Ficth, refleja la necesidad de que Laietana mejore sus niveles de capitalización a través de una fusión. "Si esto no se lleva a cabo a corto plazo podría haber presión a la baja de las valoraciones", advierte la agencia de rating. En una escueta nota remitida a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), Laietana explica que la rebaja de Fitch viene motivada "fundamentalmente por la incertidumbre de la evolución de la economía española y la lenta recuperación del sector inmobiliario". En cuanto a Caixa Girona, Fitch ha rebajado su calificación a largo plazo desde BBB+ a BBB ante "los efectos negativos de la debilidad de la economía y la recesión del sector inmobiliario".