La esperada consola lastra su beneficio, que sólo creció un 2,2% en el ejercicio 2006madrid. A Sony no le funciona bien la PS3. Ayer se conocieron los resultados anuales de la compañía y su beneficio, de 791 millones de euros, sólo es un 2,2 por ciento mayor que el del año pasado. Y eso que éste ha sido el ejercicio en el que se ha lanzado su esperadísima consola: la Playstation 3. Pero en realidad, ésta no ha hecho más que lastrar sus ganancias. Sin embargo, hay que tener en cuenta que el año fiscal de la compañía acabó el pasado 31 de marzo, fecha en la que la PS3 llevaba sólo ocho días a la venta en Europa, un importantísimo mercado para ella. En EEUU y Japón se puso a la venta en noviembre y las unidades se agotaron rápidamente.Sony tiene muchos brazos: produce películas, edita música, desarrolla una joint venture de móviles con Ericsson (Sony Ericsson)... La diversificación le ha ayudado a compensar el bajón de las consolas. Se ha apoyado en la electrónica y en la producción cinematográfica, según Efe, para que sus ventas crecieran un 10,5 por ciento, hasta los 52.000 millones. También la han ayudado los televisores de alta definición. ¿Qué pasa con las consolas?El inventor del walkman había apostado fuerte por el negocio del videojuego, pero la partida se le resiste, al menos por ahora. Fuentes del sector señalan que este mes la PS3 ha alcanzado los 1,2 millones de unidades vendidas en Estados Unidos, mientras que de Wii, de Nintendo, se han vendido en el mismo periodo casi el doble: 2,1 millones. En todo el mundo, según fuentes de esta industria, el número de unidades ronda los tres millones, mientras que la Wii ya roza los seis. Y es que los competidores de Sony en esta partida no son débiles, ni mucho menos. Y tienen vidas de repuesto.Desde la consultora IDC señalan dos factores principales que han hecho que la consola no arrase: los retrasos y el precio. En cuanto al primero, muchos consumidores no han querido esperar a la PS3: su tardanza en llegar al mercado, debido a los problemas técnicos con el reproductor de imagen de alta definición que incorpora, el blu-ray, agotaron su paciencia. La la XBox 360 de Microsoft, en venta desde diciembre de 2005, se llevó a buena parte de esos compradores. Luego llegó Wii, un nuevo concepto de consola dirigido a un público distinto (desde niños a jubilados), pero que también puede haberle robado usuarios. Una desventaja importante para cualquier fabricante es perderse la campaña navideña, porque es en Navidad cuando las ventas se disparan. Y la PS3 se la perdió en Europa. Muchos europeos optaron por lo que había en el mercado: la XBox 360 y la Wii, lanzada en noviembre en el continente.Segundo factor: el precio, hinchado en gran parte por su blu-ray. Se pagan 600 euros por consola. Aunque es más que eso, porque permite ver y almacenar películas y fotografías en alta definición, así como conectarse a Internet, sigue siendo mucho dinero. Y además, ¿de qué sirve un reproductor de imagen de alta definición si no se dispone de una televisión adecuada? La XBox 360, que está en la misma línea de ser un centro de entretenimiento familiar más que un juguete, cuesta 300 euros, y la Wii, con su mando alargado y sus sensores de movimiento, 250 euros. A lo anterior se suma que muchos posibles compradores ven que, por ahora, hay menos juegos para la PS3 que para la XBox 360 debido al poco tiempo que lleva a la venta. Desde IDC explican que España es un mercado crítico para Playstation (el segundo más importante de Europa y el cuarto del mundo), pero que no ha habido una fiebre de ventas, algo que con Wii sí ocurrió.Sin embargo, Sony confía en facturar 380 millones en el ejercicio 2007-2008 sólo por la PS3 y, tras la crisis de la venta de baterías defectuosas, la firma cree que "lo peor ha pasado", aunque admite que todavía está pagando los problemas técnicos en la producción de la PS3. Pone de relieve los buenos resultados de sus divisiones de electrónica y de producción de películas, que confía en que seguirán creciendo a partir de ahora. Asegura que la partida está muy lejos del Game Over.