El vicepresidente del BCE, Lucas Papademos, advierte de que nuestro país debe tomar nota de los problemas griegosmadrid/Bruselas. Es el refrán de moda. Cuando las barbas de tu vecino veas cortar... pon las tuyas a remojar. La mencionan gestores de fondos de inversión, economistas, banqueros... Y no es para menos, puesto que la crítica situación financiera por la que transita Grecia se está propagando a pasos agigantados a otros países de la eurozona, entre los que figura España. Quedó constatado en la subasta de letras a tres y seis meses que efectuó ayer el Tesoro Público. Cumplió su objetivo de captar entre 2.000 y 3.000 millones, puesto que consiguió 2.640, pero a costa de un caro peaje: de media, los intereses fueron un 55 por ciento superiores a los desembolsados en la misma operación de marzo. El encarecimiento resultó mayor en los títulos a más corto plazo, cuyo rendimiento medio pasó del 0,324 al 0,515 por ciento. En dinero, este incremento implica que, por cada millón emitido, el Tesoro pagará 1.286 euros en intereses, un 58,9 por ciento por encima del mes anterior. En el caso de las letras a medio año, subió del 0,482 al 0,736 por ciento, aumento que conlleva un pago de 3.667 euros por cada millón colocado, un 52,5 por ciento más que en marzo. Aunque la demanda más que duplicó la oferta, puesto que alcanzó los 6.700 millones de euros, fuentes del mercado reconocieron que el endurecimiento de las condiciones de financiación confirma que los inversores se han vuelto más exigentes. En este sentido, los analistas advierten del riesgo de que esta situación se prolongue si España no emplea un cortafuegos, a través de medidas de ajuste presupuestarias, para frenar el contagio del virus heleno. El "despertador" ha sonado Estos avisos coinciden con los lanzados ayer por Lucas Papademos, vicepresidente saliente del Banco Central Europeo (BCE), quien citó a España entre el trío de países de la zona euro en los que "el deterioro de la posición presupuestaria ha sido especialmente agudo". Los otros dos países que como España cerraron 2009 con "un déficit público de dos cifras" son Irlanda y Grecia. Papademos habló de "países con problemas similares aunque en grados diferentes: unos tienen que hacer más trabajo en política fiscal, otros tienen que realizar más progresos en la mejora de la competitividad". Y dijo que "el contagio más positivo" de la actual crisis de la deuda pública es que el caso de Grecia haya servido de "despertador" para que todos los países afectados, y sobre todo, el heleno, aprendan la lección. El vicepresidente griego del BCE pidió que los estados del euro con déficits excesivos se centren "en contener el gasto público, ya que las pruebas disponibles demuestran que es la manera más efectiva de lograr una reducción duradera de los desequilibrios presupuestarios". Y lamentó que los planes de saneamiento de muchos de los países, entre ellos el de España, no especifiquen adecuadamente todas las medidas, y se basen en previsiones macroeconómicas "optimistas". Repunta el riesgo A la espera de que se conozcan nuevas medidas, la posición española en los mercados continuó deteriorándose. La prima de riesgo, medida por la diferencia entre la rentabilidad de los bonos españoles y alemanes, rozó ayer los 110 puntos básicos -1,1 puntos porcentuales-, el nivel más alto desde marzo de 2009. Este incremento fue consecuencia de que el rendimiento de los títulos de nuestro país repuntó al 4,06 por ciento, mientras que los de Alemania se situaron bajo el 3 por ciento. Además, la protección contra el impago (CDS) de España reflejó la creciente incertidumbre, puesto que superó por primera vez los 200 puntos básicos.