Antonio Giménez Rico, imputado en el caso, reconoce "deficiencias" en los sellosmadrid. El desfile de imputados de Afinsa, suspendido durante varias semanas, se reanudó ayer en la Audiencia Nacional con la comparecencia ante el juez Santiago Pedraz de Antonio Giménez-Rico, director de Negocio de la empresa filatélica y quien se ocupaba también de todas las labores de publicidad y marketing.Giménez-Rico, visiblemente nervioso y afectado, según fuentes jurídicas presentes en el procedimiento, reconoció, a preguntas de una de las acusaciones, que Afinsa hizo pagos millonarios a la asociación de consumidores Ausbanc durante varios ejercicios. Precisamente, él era el encargado de planificar y desarrollar las campañas de publicidad, por lo que su confesión es sumamente importante.Sobre la asociación Ausbanc, presidida por Luis Pineda, pesa una querella por estafa procesal por estar personada como acusación en el procedimiento y defender al mismo tiempo a los ex directivos, acusados de estafa y administración desleal, entre otros delitos. Además, la denuncia también pide que se investigue a Pineda por los mismos delitos de los que están acusados los ex gestores de Afinsa.Catálogos "corregidos"Giménez-Rico se contradijo varias veces en el tema de los catálogos, según las fuentes jurídicas consultadas. Primero negó que el catálogo Brookman, tal y como sostiene la Fiscalía, estuviera controlado por Afinsa. Pero más tarde, al enseñarle el fiscal Alejandro Luzón un correo electrónico escrito por él mismo, donde pedía que "se corrigieran algunos errores del catálogo" (en referencia a los precios), reconoció que los directivos manejaban el catálogo "para que recogieran las revalorizaciones de Afinsa".Giménez-Rico negó, según fuentes jurídicas, conocer un documento intervenido por la Fiscalía titulado "Cuaderno de crisis", donde, abiertamente, los directivos reconocían tener un conocimiento interno dela insolvencia y planteaban varias vías para salir de ella.Además, preguntado por la filatelia, reconoció que en la empresa existían ciertas "irregularidades de producto", es decir, relativas a los sellos. "Era difícil tener un inventario, en 2006 lo estábamos intentando", aseguró. Respecto a los miles de sellos falsos que le suministró a la empresa el proveedor Francisco Guijarro, Giménez-Rico afirmó algo que hizo sonrojarse a algunos de los abogados de las acusaciones personadas: "Cuando se descubrió el asunto de Guijarro se pararon las adjudicaciones de sellos a clientes durante unas horas o unos días".La declaración de Giménez-Rico viene a confirmar algo que ya han puesto de manifiesto los administradores concursales y los propios fiscales: algunos sellos de Guijarro siguen adjudicados a clientes.