Carlos Arenillas se había opuesto a sancionar a Acciona y Enel, tal como defendía el presidente del órgano reguladorMADRID. El presidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), Manuel Conthe, se reafirmó ayer en su intención de comparecer ante la Comisión de Economía del Congreso para explicar los motivos que le llevan a presentar su renuncia, donde además pedirá la dimisión del vicepresidente del organismo regulador, Carlos Arenillas, sin especificar los motivos para ello. Arenillas se había opuesto a que se sancionara a Enel y Acciona tras anunciar la nueva opa sobre Endesa poco antes de que concluyera el proceso de aceptación de la de E.On, tal y como había reclamado el propio Conthe. "Como presidente de una institución, que es independiente del Gobierno que me nombró, he solicitado comparecer ante el Congreso para explicar los motivos de mi renuncia, que llegado el momento presentaré al Gobierno. Les adelanto que en esa comparecencia solicitaré también la dimisión del vicepresidente de la CNMV, Carlos Arenillas", indicó Conthe durante la lectura de una declaración escrita tras clausurar un encuentro financiero, en el que no admitió ninguna pregunta por parte de la prensa. El presidente del organismo regulador lamentó también que el vicepresidente segundo del Gobierno y ministro de Economía y Hacienda, Pedro Solbes, haya perdido la confianza depositada en él, tal y como declaró unas horas antes. "Yo, por el contrario, sigo manteniendo la confianza en él como persona y como ministro", señaló Conthe, para aclarar a renglón seguido que la confianza del Gobierno en el presidente de la CNMV es de "ordinario conveniente, pero no resulta precisa en casos excepcionales". Discrepancias En este sentido, señaló que "cuando la política industrial del Gobierno entra en potencial conflicto con las normas del mercado de valores es comprensible que el punto de vista de la Comision Nacional del Mercado de Valores, de su presidente o de algunos miembros de su consejo puedan no ser del agrado del Gobierno". "Por desgracia, la CNMV no puede servir a dos señores", subrayó, ya que "es una institución independiente del Gobierno. Pero en un régimen democrático sólo es legítima si se dan dos condiciones, que rinda cuentas y que sea centralizada y fiscalizada por los representantes de la soberanía nacional, el Parlamento. La independencia exige el control, pero ante al Congreso, no ante el Gobierno", apostilló. Asimismo, consideró que las decisiones de la CNMV deben ser tan "transparentes y públicas como sea legalmente posible, de forma que el secreto y la confidencialidad sirvan para salvaguardar los derechos de los ciudadanos y no impedir que la opinión pública pueda conocer y aquilatar los fundamentos de tales decisiones". Tensión Finalmente, Conthe resaltó que la "tensión ocasional" entre dos instituciones distintas, Gobierno y CNMV, es "dolorosa y produce confusión a corto plazo, pero puede ser muy fructífera para acrecentar la confianza en el mercado español de valores y su capacidad para atraer inversión extranjera". Asimismo, subrayó que "la CNMV saldrá muy referozada de esta catarsis".