Portugal, que espera ingresar 6.000 millones, aprobó un severo plan de ahorro, que prevé retrasar el AVE a Vigomadrid. Para Portugal, cuyo déficit público supera el 9 por ciento del PIB, ha llegado la hora de la austeridad... hasta el punto de que el Estado luso podría deshacerse de su participación en empresas como la eléctrica EDP, la pretrolera Galp o la aerolínea de bandera TAP. Asimismo, se retrasará dos años la línea ferroviaria de alta velocidad entre Oporto y Vigo. El Gobierno socialista de Lisboa, de hecho, presentó ayer a los partidos de la oposición, que dominan el Parlamento, un severo plan de ahorro, apro- bado el sábado, que afectará a los gastos sociales y militares, al salario de los funcionarios y, sobre todo, implicará la venta de activos del Estado por un importe de 6.000 millones de euros. Si bien el ministro de Finanzas Luso, Fernando Teixeira dos Santos, no dio detalles sobre los activos que serán afectados por las ventas, es suficiente con echar un vistazo a la cartera estatal para saber cuáles serán los afectados. Lisboa cuenta con una participación directa del 20 por ciento de la eléctrica nacional, a la que hay que sumar otra indirecta del 5 por ciento, en manos del banco público Caixa Geral de Depositos. EDP -que ya se encuentra en en el punto de mira de posibles operaciones empresariales por la posible entrada de la brasileña Petrobras y la salida de la italiana Eni- tiene al Estado como accionista, con un 7 por ciento de las acciones, al que se debe sumar otro 1 por ciento de Caixa Geral. Además el Gobierno es propietario de TAP y tiene una participación en la red eléctrica lusa, REN. Las otras medidas previstas por el Ejecutivo de José Sócrates son un tijeretazo a las subidas salariales de los funcionarios -cuyo sueldo no se congelará, pero subirá menos del tipo de inflación- y la introducción de un nuevo tramo impositivo del 45 por ciento para los salarios superiores a los 150.000 euros anuales. Eso sí, el Gobierno dejó claro que una subida del IVA no entra en su programa. La reacción de los partidos opositores al plan fue más bien fría. El dirigente democristiano Paulo Portas lo consideró, en principio, insuficiente para estimular la economía de Portugal, que aunque no está en la situación de Grecia -subrayó- podría sufrirla si no toma las medidas adecuadas, informa Efe. Sin embargo, el objetivo real de Sócrates y Teixeira es convencer a los mercados, que mañana deberán responder a una colocación de deuda portuguesa de 750 millones de euros, con fecha de caducidad dentro de 11 años.