Ambos consejeros siguen la recomendación del Gobierno de limitar el salario de los banqueroslondres. Los números dos de los bancos británicos Lloyds y Royal Bank of Scotland han decidido despojarse de las correspondientes primas del ejercicio 2009. Así, el consejero delegado de Lloyds Banking Group, Eric Daniels, renunció a su bonus 2,3 millones de libras (2,1 millones de euros). No fue el único que tomó esa decisión. Su colega de Royal Bank of Scotland (RBS), Stephen Hester, también renunció cobrar la prima correspondiente al ejercicio 2009, que ascendía a 1,6 millones de libras (1,8 millones de euros). Pero este caso no termina aquí, porque el número uno y dos de Braclays iniciaron esta lista. En el caso del ejecutivo de Lloys, el presidente del banco, Win Bischoff, aseguró que Daniels había tomado esa decisión porque consideraba que los "excelentes progresos" que ha realizado el grupo, gracias a la importante contribución de muchos de los trabajadores de la entidad, "están en peligro de verse oscurecidos por el debate actual sobre los bonus a los ejecutivos en el sector bancario". El consejo de la entidad financiera valoró muy positivamente "el liderazgo demostrado" por Daniels, cuyo salario es de 1,04 millones de libras, con este gesto. El banco, que es propiedad en un 41 por ciento del Gobierno del Reino Unido, aseguró que el pago de los bonus correspondientes a 2009 se realizará en acciones. La misma profecía se cumplía con el consejero delegado de RBS, Stephen Hester, que renunció a ese bonus, después de que el Ejecutivo británico, que controla un 84 por ciento de la entidad, aconsejara al ejecutivo que renunciara al bonus. Al otro lado del Atlántico, se produjo otro movimiento en el sector financiero. Un juez federal aprobó el acuerdo entre Bank o America y las autoridades reguladores de Estados Unidos, ligado a la compra del banco de inversión Merrill Lynch y que incluye el pago de una sanción de 150 millones de dólares. Así da el visto bueno al acuerdo del pasado día 4 de este mes entre Bank of America y la CNMV americana que resolvía acusaciones de que ese banco no informó a sus accionistas antes de votar la compra.