madrid La batalla energética por el control de Endesa parece no tener fin. La operación de compra cambia de escenario constantemente en una auténtica guerra de poder en la que se mezclan la política y el dinero desde hace ya más de dieciocho meses.Los Consejos de Administración de Endesa y de Caja Madrid tendrán que dar a conocer qué hacen con sus títulos de la eléctrica el próximo martes, después de varios aplazamientos. Ambas entidades han logrado la autorización de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) para retrasar la fecha en la que tienen que dar a conocer mediante un hecho relevante el futuro de su participación en la eléctrica.El Consejo de Administración de Endesa permitió la semana pasada que cada consejero se pronunciase personalmente sobre sus títulos de la compañía. Los casos más destacados serán, sin duda, el de Manuel Pizarro, presidente de la eléctrica y primer accionista individual, y el de Miguel Blesa, que representa los títulos de la entidad financiera madrileña.Previsiblemente, todos ellos mantendrán, como mínimo, 50 acciones, cantidad mínima para poder seguir en el máximo órgano de gobierno de la eléctrica.Según fuentes consultadas por este diario, el Consejo de Administración de Caja Madrid, de momento, no ha variado la fecha de su convocatoria por lo que el próximo lunes a las cinco de la tarde tendrán que analizar el futuro de su participación en Endesa, sabiendo ya definitivamente si la empresa alemana ha incrementado su oferta por la española (ver página 5). Por el momento, en la entidad financiera se mantienen todas las opciones abiertas, ya que los escenarios han cambiado mucho en los últimos días con la posible presentación de una opa por parte de Enel y la española Acciona.La eléctrica alemana confía, por otro lado, en que la entidad financiera no les venda su participación en la opa para poder contar con sus votos en la Junta General de accionistas, que previsiblemente se celebrará en julio, y en el Consejo de Administración de la empresa.Nuevos consejeros de E.ONEndesa tiene previsto dar entrada en su máximo órgano de Gobierno a representantes de la eléctrica alemana tan pronto como finalice la opa. Esta situación, podría suponer un problema para los otros dos grandes accionistas de la eléctrica (Enel y Acciona), ya que las decisiones del máximo órgano de administración podrían afectar a algunos de sus mayores accionistas.Enel, por un lado, tendrá prácticamente la vía abierta después de haber logrado que Viesgo deje de ser un operador principal para nombrar consejeros independientes, tal y como la CNE ya le ha permitido hacer a ACS en Iberdrola. No obstante, para que esta decisión sea oficial todavía quedan al menos diez días, tal y como acordó el pasado jueves la Comisión Nacional de Energía y que Industria rechace el recurso presentado por Iberdrola probablemente el próximo día 28 de marzo.La eléctrica española tiene además en su haber otras posibilidades de actuación. Endesa, por ejemplo, en el plazo de espera de la opa podría optar por realizar operaciones de compra de otras empresas en los seis meses que van desde ahora hasta septiembre, para dificultar la oferta de de la eléctrica italiana con la española. La empresa que preside Manuel Pizarro no estaría sometida en ese período al llamado deber de pasividad que le impone la ley de sociedades anónimas.Deuda de AccionaAl mismo tiempo, Endesa pudiera optar por no repartir dividendo a sus accionistas dejando a la empresa de la familia Entrecanales con un crédito de alrededor de 8.000 millones de euros y haciendo frente a su coste financiero sin ingresar nada a cambio.Endesa cuenta con dictámenes jurídicos que le permiten impedir la entrada de empresas de la competencia como Enel o Acciona en su consejo de administración, aunque probablemente esta arma no le sea de gran utilidad después de la decisión de la Comisión Nacional de la Energía sobre ACS.E.ON además puede seguir comprando acciones a partir de septiembre. Si la opa de Enel y Acciona tiene que comenzar en ese mes, la eléctrica alemana tendría la posibilidad de ir comprando después de un año un paquete del seis por ciento y tras esta operación cada medio año otro seis por ciento, lo que le daría un control de alrededor del 50 por ciento antes de que la alianza italo-española pudiera comenzar a comprar.En este panorama se abre además la posibilidad de que llegue un cuarto invitado a la fiesta. Gas Natural, por ejemplo, podría comprar títulos de Endesa un mes antes de que Enel y Acciona pudieran presentar su oferta de compra por Endesa.La Sociedad Estatal de Participaciones Industriales aseguró que sería la última en decidir si acudía a la opa de E.ON. A partir de este momento y con otra operación en ciernes que podría ser superior, el hólding público previsiblemente no venderá sus acciones.El ministro de Industria, Joan Clos, aseguró hace varias semanas que la Sepi iría con la mayoría de los accionistas y, por el momento, parece que esa mayoría se decanta del lado de Enel y Acciona, ya que entre ambas controlan un 45,9 por ciento del capital.La pelea está planteada y ahora cada uno prepara sus armas para la guerra abierta que se va a abrir.