El coste de este sistema de protección asciende a 25.000 euros para un barco valorado en medio millón de eurosla coruña. Los elementos de seguridad activa y pasiva, como el ABS o el airbag, son obligatorios para los coches. Sin embargo, los barcos apenas cuentan con dispositivos que salven la vida de sus tripulantes ante un accidente. La empresa coruñesa Kafloat lleva nueve años desarrollando un sistema que asegure la flotabilidad del buque ante cualquier incidente. El dispositivo está a punto de entrar en fase comercial, y su presentación oficial se realizará antes del verano. Sólo falta que la Dirección General de la Marina Mercante dé la luz verde final a un proyecto que convence a los armadores, astilleros y, sobre todo, a los marineros.El director gerente de la compañía, Vicente López-Perea, apunta que el lugar escogido para la puesta de largo será Vigo. El informe final de Bureau Veritas, sociedad de clasificación que ha testificado todos los ensayos realizados, certifica su fiabilidad. "Esperamos verlo instalado en barcos este mismo año", señala.Este ingenio ya ha pasado todas las pruebas posibles, tanto de materiales como en un buque en aguas profundas, en Canarias. Y funciona. En Galicia, tierra naval por excelencia, se realizarán demostraciones en un barco cedido por los armadores del puerto lucense de Celeiro.Está patentado en 24 países, lo que abre posibilidades de negocio en Japón, Francia o EEUU, entre otros.El funcionamiento del dispositivo es simple: sensores repartidos por el buque captan cualquier anomalía, como vías de agua o una inclinación excesiva. Ante una amenaza de vuelco, se activan los ocho flotadores ocultos por el casco del navío, que así flotará hasta que llegue socorro. Se evitará la pérdida de vidas, y también el hundimiento del barco. El responsable de Kafloat argumenta que el "objetivo es que el coste del sistema no supere el 5 por ciento del valor del barco". Un buque de 500.000 euros lo disfrutaría por 25.000. La previsión es instalarlo en una treintena de barcos en el primer año. El límite para Kafloat, por ahora, se sitúa en buques de 30 metros de eslora. López-Perea sostiene que "tenemos gran ilusión por comenzar a investigar más a fondo sobre el desarrollo de sistemas aptos para otros tipos de barcos de mayor eslora y tonelaje". Petroleros, gaseros o cargueros podrían entrar en la lista de clientes.