El lehendakari aboga por una fusión "bien hecha" y liderada desde las entidadesbilbao. La respuesta casi unánime que ha recibido el presidente de Caja Vital, Gregorio Rojo, a su llamamiento de retomar con la máxima urgencia posible el proyecto de fusionar las tres cajas vascas ha sido prácticamente unánime: en el año 2010 "no toca". Así de claros fueron BBK, Kutxa y el lehendakari Patxi López. Únicamente el PNV, partido que controla BBK y Kutxa, no entró públicamente a este debate. Para Rojo la fusión no es sólo cuestión de oportunidad, sino una necesidad para evitar la progresiva pérdidas de influencia de las cajas de ahorros vacas, cuestión que no puede esperar más allá de 2010, ya que es ahora cuando se están produciendo los cambios en el mapa financiero. Rojo pedía la colaboración de todos los agentes, políticos, sociales y económicos, para avanzar en un proyecto que beneficia a todos y que requiere de "altura de miras". Se preguntaba: "¿Estamos dispuestas las cajas vascas a jugar en segunda división?". En 2010 "no toca", fueron los términos empleados desde BBK para responder y aunque manifestaron su máximo respeto por las posiciones defendidas por Rojo, no son partidarios de retomar las negociaciones antes de 2011. Más discreto fue la Kutxa, que aseguró que su prioridad en 2010 era la gestión de la caja en un escenario de crisis económica. El lehendakari Patxi López se posicionó del lado de los que abogan por dejar pasar la crisis y retomar el proyecto con posterioridad, "bien hecha".