La eléctrica se convierte en la segunda compañía del mercado luso madrid. Endesa se ha convertido en la segunda mayor comercializadora de electricidad en el mercado libre de Portugal, sólo por detrás de EDP, según los datos aportados por el regulador portugués del sector energético, la ERSE. En concreto, Endesa superó en noviembre en dos décimas la cuota de mercado de Iberdrola en términos de consumo, hasta el 16,2 por ciento, frente al 16 por ciento de la eléctrica presidida por Ignacio Sánchez Galán, que hasta el mes de julio ocupaba la segunda posición, informa Ep. Pese a este cambio en la clasificación, EDP se mantiene como el principal grupo distribuidor portugués, con un 95 por ciento de los clientes y con el 63 por ciento del volumen de electricidad comercializada. Por su parte, Unión Fenosa, filial de Gas Natural, registró la cuarta posición en términos de energía comercializada, con un 4,8 por ciento, mientras que Galp cierra la lista con un porcentaje residual que apenas alcanza el 1 por ciento. Para ERSE, el mercado liberalizado portugués ha reducido su nivel de concentración con respecto a finales de 2008 y a las oleadas de análisis realizadas durante 2009. Si bien EDP mantiene la supremacía, todas las eléctricas competidoras elevaron en términos interanuales su número de clientes. Endesa elevó esta cifra en un 28,4 por ciento, frente al 14,3 por ciento de Unión Fenosa, el 13,4 por ciento de Iberdrola y el 1,7 por ciento de EDP. En cuanto al volumen de electricidad facturada, Endesa registró un incremento del 31 por ciento, frente al 13 por ciento de Iberdrola, el 11,5 por ciento de EDP, el 2,4 por ciento de Unión Fenosa y el 0,5 por ciento de Galp. El mercado liberalizado portugués cuenta con 269.043 clientes y gestionó entre noviembre de 2008 y noviembre de 2009 un total de 19,538 gigavatios hora (GWh), equivalentes al 41,9% del total (el resto corresponde al suministro regulado). Estos avances de las compañías en el mercado portugués son consecuencia del lanzamiento del mercado ibérico de electricidad (Mibel) por el que las compañías operan en toda la Península.