Enders no lo ve claro, y los países que lo financian deben aportar 5.300 millonesSEVILLA. El presidente de Airbus, Thomas Enders, ¿duda de la viabilidad del proyecto A400M? Unas declaraciones suyas, recogidas ayer martes por el diario alemán Financial Times Deutschland (FTD), encendieron las alarmas, aunque todo podría ser al final un globo sonda, una táctica de negociación para meter miedo en el cuerpo a los países que financian el proyecto, que necesita de 5.300 millones adicionales. Si no se aportan, según fuentes de EADS, se construirían 40 aviones menos y su precio subiría a 140 millones la unidad. Hasta el momento, se han registrado 180 pedidos de la aeronave de transporte militar A400M, cuyo ensamblaje final se realiza en la planta de Airbus en Sevilla y desde donde se realizó con éxito el primer vuelo de prueba del aparato, cuya primera entrega está prevista para 2012. Alemania, Francia, España, Reino Unido, Turquía, Bélgica y Luxemburgo ya han aceptado renunciar a las indemnizaciones por los retrasos del programa. Airbus reconoció ayer que se plantea abandonar el programa del avión de transporte militar A400M por los recursos financieros y humanos que le supone, y que se da hasta finales de mes para llegar a un acuerdo con los gobiernos de los siete países de lanzamiento del programa. "Desgraciadamente, no hay suficientes progresos en la negociación", señaló un portavoz. Según el diario FTD, durante una cena de Navidad de la dirección del grupo en diciembre, Enders podría haber declarado que "ya no cree en la continuación del programa". "Thomas Enders no está dispuesto a poner en juego el negocio de aviación civil de Airbus por el A400M", dicen en su compañía. Francia sigue Las autoridades francesas se mantienen "optimistas" sobre el futuro del proyecto del A400M. Es más, consideran que los "rumores" de que el fabricante Airbus se plantea su abandono hay que enmarcarlos en la negociación para repartirse los sobre-costos de este programa y como una estrategia para presionar al remiso Gobierno alemán. "Estamos todavía plenos de optimismo", declaró ayer el ministro francés de Defensa, Hervé Morin, en una entrevista a la emisora de radio privada BFM. Los dos grandes clientes de Airbus, Alemania y Francia, no han ocultado en estos meses sus diferencias respecto a las concesiones a Airbus. Morin aclaró ayer que "tampoco preveo que sean los contribuyentes europeos quienes tengan que pagar el costo extra" de dicho avión militar. "Francia está dispuesta a pagar una parte pero (...) Francia no es la única" en el proyecto, dijo Morin, antes de considerar que "la parte más dura" concierne "al gobierno alemán". Un portavoz del Ministerio alemán de Defensa anunció ayer la celebración de un encuentro a nivel de secretarios de Estado, que probablemente tenga lugar el próximo día 20. Según fuentes de EADS, si no hay acuerdo, a mediados de febrero 100 ingenieros que actualmente trabajan en la fabricación del A400M "podrían pasar a dedicarse al modelo civil A350", señala FTD. Del proyecto A400M dependen 40.000 puestos de trabajo en Europa, de los cuales 11.000 corresponden a Alemania. Los costes del programa para el desarrollo y ensamblaje de los 180 primeros aviones sobrepasarían en 7.400 millones de euros la cifra estimada en un principio de 20.000 millones. Pero ¿que pasaría si se abandona el proyecto por parte de Airbus Military? De entrada, la devolución de más de 5.000 millones que habían adelantado los siete países impulsores. El próximo día 12, en Sevilla, comparecen en rueda de prensa el presidente de EADS, Louis Gallois, y el de Airbus, Thomas Enders.