La entidad de Julio Fermoso exige que la sede operativa se ubique en Salamancavalladolid. La fusión de Caja Duero y Caja España está en el aire. Sus consejos de administración aplazaron ayer la aprobación del plan de negocio y la propuesta de solicitud de ayudas al Frob después de que horas antes representantes de ambas entidades fueran incapaces de alcanzar un acuerdo sobre las sedes y el equipo directivo de la entidad resultante. Al filo de la medianoche del martes y después de casi siete horas de una "tensa reunión", los diez negociadores elegidos por las dos cajas concluían el encuentro sin acuerdo. El principal escollo fueron las exigencias de la entidad que preside Julio Fermoso para que Salamanca acoja la sede operativa y los servicios centrales de la entidad resultante. Aunque ayer las dos cajas se dieron una nueva oportunidad y acordaron reunirse el próximo lunes para avanzar en las negociaciones, las posiciones parecen no haber cambiado demasiado. Es más el ambiente se enrarece por minutos. El Consejo de Caja Duero analizó ayer la situación vivida la noche anterior y dio su "respaldo unánime" al trabajo realizado por su comisión delegada. Aunque mostró su disposición a retomar el diálogo, el consejo de administración de la entidad salmantina reiteró "su posición firme" de que cualquier acuerdo al que se llegue respete la posición de liderazgo de Caja Duero en la fusión. Según la salmantina, "tal acuerdo debe contemplar que Salamanca albergue la sede operativa de la nueva entidad, acogiendo los servicios centrales fundamentales para el desarrollo del negocio". Prima el interés de la entidad Antes de conocer este comunicado, Caja España apostaba por avanzar en la fusión aunque defendiendo "el interés de la entidad, de los clientes y de los empleados". Sin embargo, la nota oficial de la caja salmantina ha sentado como una jarro de agua fría en León. La entidad de Santos Llamas considera que al hacer públicas sus exigencias, Caja Duero marca una línea en la que no puede retroceder si no quiere aparecer después como la parte perdedora de la negociación. Y para Caja España la petición de su compañera es "inasumible". Los acontecimientos de las últimas horas han reducido mucho las expectativas en Caja España de que se reconduzca la situación el próximo lunes. En algunos círculos próximos a esta entidad no se descarta incluso que Caja Duero decida cambiar de modelo y plantee a Caja España la posibilidad de un SIP abierto a otra entidad de fuera. La primera consecuencia del fracaso de las negociaciones fue el aplazamiento de la aprobación del plan de negocio elaborado por la consultora KPMG y de la solicitud de ayudas al Fondo de Reestructuración Bancaria. En una de sus últimas reuniones, el Banco de España había pedido a las dos entidades que acelerasen la concrección de ayudas que van a pedir al Frob para que pueda aprobarse antes del 31 de diciembre. Normalidad Pese al serio trapiés dado por las dos entidades en su fusión, el consejero de Economía, Tomás Villanueva, aseguró ayer que la no consecución de un acuerdo "entra en la más absoluta normalidad" en este tipo de negociaciones. Negó estar preocupado por el resultado del encuentro "porque se han hecho avances importantes", aunque advirtió a las dos entidades que "tienen que llegar a un acuerdo". Por otro lado, Caja de Burgos reconoció ayer dos encuentros con Caja Segovia y Caja de Ávila para integrarlas en Banca Cívica.