La compañía planea llevar a cabo esta reestructuración antes del 2009 nueva york. La falta de contratos en la construcción del avión militar C-17 ha llevado a la compañía estadounidense a dar los primeros pasos que cesarán por completo la producción de este aparato y la consecuente sangría laboral que dejaría a 7.000 personas sin empleo. El pasado viernes, el fabricante de aeronaves cesaba cualquier tipo de suministro de piezas para dicho aparato, a no ser que ya estuviera previamente contratado, un hecho que pone de manifiesto las tirantes relaciones entre el Departamento de Defensa y la compañía estadounidense. De un tiempo a esta parte, diversas investigaciones han puesto de manifiesto las irregularidades surgidas en el encargo de aviones entre ambas partes. Darleen Druyun, antigua directora de adquisiciones del Pentágono, está en prisión por haber mantenido conversaciones laborales con Boeing mientras renegociaba el contrato sobre el C-17 con la empresa. A través de un comunicado, Boeing afirmaba que "ante la falta de pedidos para fabricar nuevos modelos C-17, la reducción de nuestra fuerza laboral comenzará a primeros de 2008 para culminar a mediados de 2009". La compañía cuenta con un total de 7.000 trabajadores directamente involucrados en la construcción del aparato y sus suministradores de piezas emplean a un total de 25.000 personas para fabricar piezas exclusivamente para ese tipo de avión militar. La falta de interés internacional y del Pentágono de incluir nuevos encargos en el presupuesto para el año que viene ha provocado que el fabricante haya optado por finalizar la producción de este modelo.