El sector no espera una nueva reforma hasta 2008, con la nueva legislaturamadrid. Las cajas de ahorros son partidarias de que el peso público en sus órganos de gobierno se rebaje en una eventual reforma del sector. Desde los últimos cambios, acometidos en 2002 y 2003, ya ha pasado tiempo suficiente para que estas entidades comprueben como afectan las novedades introducidas y también para detectar aquellos aspectos que están dispuestos a cambiar. Desde las cajas se señala que las reformas han dado buenos resultados, pero insuficientes y que uno de los aspectos que les gustaría que se planteara es una menor presencia de los poderes públicos. Ahora, la legislación que las regula marca un tope del 50 por ciento y ellas estarían dispuestas a que ese límite quedara establecido en un 33 por ciento o incluso en un 25 por ciento. También se muestran partidarias de que se revise el modo de elección de los consejeros generales, para eliminar cualquier posibilidad de conflicto de intereses de las cajas con las Comunidades Autonómas y también para establecer un sistema de designación que dé más estabilidad que el actual, por ejemplo cambiando la representación mayoritaria, que favorece la mayor presencia del partido político en el poder en el momento de la elección de consejeros generales, al sistema proporcional.Los recientes procesos de renovación parcial de los órganos de gobierno de Unicaja y de Caja de Ahorros de Mediterráneo (CAM), estuvieron marcados por la polémica. En Unicaja, los populares amenazaron con impugnar la asamblea general, tras las votaciones que se saldaron con la pérdida de un representante en el Consejo de Administración. Antes habían defendido, contra parte de su propio partido, la designación del diputado Manuel Atencia como vicepresidente ejecutivo de la entidad que preside Braulio Medel y que provocó que acudieran dos listas a la asamblea. En la CAM a punto estuvo también de romperse la tradición de la lista única porque campistas y zaplanistas se presentaron, en un primer momento, por separado, los segundos unidos con los socialistas. Al final, imperó la sensatez y las crisis se cerraron, en el segundo caso tras la intervención de Mariano Rajoy.Desde el sector se piensa que estas tormentas políticas se tienen que evitar, ya que dañan la imagen de las cajas, algunas con importantes emisiones de deuda en mercados internacionales, y una forma de prevenir estas crisis sería modificar el tope marcado para la presencia del sector público en las entidades de ahorro.Por ahora, sin embargo, las cajas no dislumbran un horizonte para que esta reforma se lleve a cabo ni siquiera tienen intención de abrir ahora un debate sobre este tema. En el sector se considera imprescindible que haya un amplio consenso entre las diferentes fuerzas políticas sobre la reforma y, a la vez, que se pueda contar con el tiempo suficiente para analizar detenidamente cada modificación que pretenda llevarse a cabo. La celebración de las Elecciones Generales el próximo año hace que esa reforma deba ser contemplada para la siguiente legislatura.No es el único tema, el de la designación de representantes y peso público, que debería revisarse. Las cuotas participativas, unos instrumentos que guardan cierta similitud con las acciones, es un instrumento de financiación que aún no ha utilizado ninguna caja de ahorros y cuya modificación podría proponerse desde el sector.