La cadena promocionó la obesidad con sus hamburguesas gigantescasmadrid. Burger King ha pagado muy caro su desafío al Ministerio de Sanidad. La cadena de hamburgueserías se ha visto forzada a salir de la patronal de empresas de restauración rápida (Fehrcarem) tras su polémica campaña en la que incitaba a comer hamburguesas gigantes como la Triple Whopper o la XXL, con más de 1.000 calorías.La empresa explicó ayer que abandona la patronal por propia voluntad "tras los acontecimientos de los últimos meses por la publicidad de nuestros productos". Fuentes de la asociación insisten, sin embargo, en que "se le había dado un ultimátum para que rectificara". "Su salida contribuirá a suavizar las tensiones", agregaron. Pero oficialmente, la reacción de Fehrcarem no fue esa. La patronal se reunió a comienzos de año y no tomó ninguna decisión tajante tras las quejas de Sanidad y pese a la división interna entre empresas que se oponían a las prácticas de Burger King, como McDonald's y Vips, y las que se mostraban indiferentes. El problema empeoró cuando Sanidad rompió el acuerdo contra la obesidad firmado con la patronal e invitó a cada empresa a rubricarlo por separado. Enseguida, McDonald's y Vips se mostraron dispuestas a suscribirlo. Aunque no ha reconocido públicamente su error, Burger King España admitió ayer por primera vez que "comparte con las autoridades el objetivo de mejora de la educación alimentaria y prevención de la obesidad y está totalmente abierta al diálogo y a la colaboración tanto con el Ministerio de Sanidad y Consumo como con AESAN (Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición) por lo que tiende su mano para establecer relaciones futuras con éstos directamente". Lo cierto es que la cadena dejó de emitir los polémicos anuncios hace semanas. En Fehrcarem dijeron ayer que las bajas y las altas "son voluntarias en la asociación". Hoy se celebra una junta directiva y tratará la marcha de Burger King.