La UE presenta hoy sus argumentos ante la Organización Mundial del Comercio. El litigio durará hasta 2010 o 2011bruselas. Tras casi tres años de tensiones políticas entre ambas orillas del Atlántico, llega el turno para que hablen los abogados y los tribunales, que es donde las personas civilizadas dirimen sus diferencias. El pleito, el más complicado al que nunca se haya enfrentado la Organización Mundial del Comercio (OMC), presumiblemente no quedará zanajado hasta 2010 o 2011.La UE presenta hoy en Ginebra, sede de la OMC, sus argumentos en defensa de la legalidad de los créditos concedidos a Airbus por los Gobiernos del Viejo continente con intereses en el constructor europeo de aviones (España entre ellos). Los abogados estadounidenses presentaron sus acusaciones contra estas ayudas a finales del año pasado. Con las versiones de ambas partes por escrito y sobre la mesa, la OMC podría celebrar la primera vista oral en marzo y alcanzar su sentencia preliminar en octubre.En paralelo, aunque con retraso, se dirime el pleito en el que Europa acusa a Washington, a modo de revancha, de ser quien en realidad ayuda ilegalmente a su gigante aeronáutico: Boeing. Bruselas prevé presentar los argumentos de su acusación en marzo, de forma que la sentencia de la OMC en este caso llegaría en abril de 2008. Pero en ninguno de los dos bandos se descarta que la complejidad del pleito provoque demoras.Por el contrario, si dan por descontado que las sentencias serán recurridas, lo que llevará el caso hasta finales de 2008 o 2009. Al calendario habrá que añadirle el plazo que los árbitros de la OMC concedan al perdedor, si es que no pierden los dos, para eliminar los subsidios si estos son finalmente declarados ilegales total o parcialmente. E incluso la aplicación de soluciones podría ser objeto de negociaciones las partes. De hecho, desde la Comisión Europea se mantiene desde el inicio de la disputa (allá por el verano de 2004) que la mejor salida sería un acuerdo negociado entre Bruselas y Washington. E intentos no han faltado.Pero los negociadores de ambos bloques ni siquiera han logrado ponerse de acuerdo en el menú de la negociación. "Al final, sea cual sea el final, será irremediable que nos sentemos a negociar", afirman fuentes cercanas al británico Peter Mandelson, comisario europeo de Comercio. Lo cierto es que mientras ambos gigantes se tiran los trastos a la cabeza en la OMC, países con intereses presentes o futuros en el sector aeronáutico como China, Brasil, Canadá, Corea y Australia aprovechan para personarse en el pleito y enredarlo aún más.