La saga catalana pide una junta de accionistas para evitar ampliaciones de capital madrid. Se acabaron las aguas tranquilas en Metrovacesa. El principal accionista de la compañía, la familia Sanahuja, vuelve al ataque, al declarar, de nuevo, la guerra abierta al presidente de la inmobiliaria, Joaquín Rivero y a su socio, Bautista Soler. La saga catalana ha solicitado al presidente de Metrovacesa que se celebre una Junta General Extraordinaria de Accionistas en un plazo máximo de 45 días para evitar futuras ampliaciones de capital de la compañía. Este es uno de los objetivos, según consta en la carta que enviaron el pasado 19 de enero los Sanahuja a Rivero y al que ha tenido acceso elEconomista.Los promotores pretenden que la junta deje sin efecto la autorización concedida al Consejo de Administración para realizar ampliaciones de capital y emisiones de bonos convertibles a títulos. ¿Por qué ese rechazo a esas medidas? Estas operaciones diluirían la participación de todos los accionistas. Es decir, el 39,1 por ciento que los Sanahuja tienen en Metrovacesa se reduciría, al igual que el 36,1 por ciento de sus rivales.En busca de aliados Pero también con esas ampliaciones, Rivero podría dar entrada a accionistas afín a él. Esto reforzaría su posición frente a la saga catalana en la batalla por el control de la empresa. Este escenario no parece estar tan lejano, pues el presidente de Metrovacesa está tanteando a varios empresarios del sector para que entren en la compañía. Se rumorean muchos nombres como Prasa, Osuna y Lubasa. Es decir, Rivero busca apoyos, informaron fuentes del sector a este diario. Las cláusulas de blindajes dirigidas a ejecutivos de la compañía en caso de cesar de sus cargos, es otro punto que elevarán los Sanahuja a la junta. Los promotores creen que en "ningún caso los administradores podrán percibir indemnización alguna por tales razones".El último asunto que quieren presentar es la reordenación del consejo. El objetivo es que los accionistas tengan una representación en este seno acorde con su participación. Algo que no sucede. Así, la saga tiene tres miembros y controlan el 39,1 por ciento del capital. En el caso contrario se encuentra el fondo holandés PGGM, pues cuenta con dos consejeros y tiene menos del uno por ciento de acciones.En esta junta, los dos titanes volverán a medir fuerzas. La última vez que se repitió este escenario fue en la batalla de opas parciales que lanzaron cada rival. En ese momento, Rivero ganó el primer combate. Ahora se verá quién ganará el segundo delante de todos los accionistas, aunque esta vez las fuerzas están más equitativas. Las cajas valencianas, Bancaja y CAM, viejas aliadas del presidente de Metrovacesa, se salieron de la inmobiliaria. Los sustitutos CVC y José Manuel Lara tendrán la llave para abrir la puerta del éxito a alguno de los dos rivales, aunque tampoco podemos olvidarnos del poder que tendrán los accionistas minoritarios.