MADRID. Motorola España se va a librar de contribuir al recorte de 3.500 empleos a nivel mundial que anunció la matriz el pasado viernes. En la filial, "no se esperan reducciones de plantilla porque el negocio va muy bien y la organización aquí ya está bastante optimizada". Así lo explicó ayer el presidente de Motorola España, Manuel Torres, en un encuentro con los medios para explicar lo que en el grupo sienten como decepcionantes resultados.Con una facturación récord en los últimos tres meses del año 2006 gracias a un espectacular crecimiento en las ventas cercano al 50 por ciento, Motorola no alcanzó sus previsiones de ventas debido a la falta de éxito de los terminales de gama alta. El V3, con el precio ya muy reducido respecto a su salida al mercado hace dos años, pese a seguir siendo uno de los más vendidos en el mundo no aporta como solía a los ingresos.En España, donde se volvieron a superar los 20 millones de móviles vendidos en total, Motorola mantuvo una más que cómoda cuota de mercado del 22 por ciento, colocando el V3 y el V360 entre los dispositivos más vendidos. El grupo prevé volver a crecer en ventas a ritmos de dos dígitos, pero no esperan que ocurra hasta el tercer trimestre de este año.