Los consumidores tendrían que devolverlos en la tienda para recuperar el dineroJavier Romera / David Martínezmadrid/barcelona. España. Década de los ochenta. "¿Va a devolver el casco?". "Sí, luego se lo traigo y me devuelve la fianza". Es una estampa del pasado, que la Generalitat de Cataluña se ha propuesto recuperar. Pese a la oposición de la industria, las empresas de distribución e incluso las organizaciones de consumidores, la consejería de Medio Ambiente está convencida de que esta es la mejor manera de garantizar el reciclaje de los envases. La futura normativa, que hoy es un documento de 20 páginas denominado Plan de Acción para la Gestión de Residuos Municipales 2005-2012, establecería un recargo en algunos envases que se devolvería al usuario en la tienda donde realice la compra. "Es el mismo procedimiento que con la devolución del depósito de los cascos de la cerveza o el retorno en los medicamentos usados o las pilas", comenta Jordi Macarro, portavoz de la Agencia Catalana de Residuos. La Generalitat ha elevado esta propuesta al Ministerio de Medio Ambiente, que prepara la modificación de la ley estatal de tratamiento de envases y residuos. El retorno del recargo se realizaría para los envases de uso doméstico que contengan líquidos superiores a los dos litros (garrafas de agua, por ejemplo) y los que contengan productos tóxicos o peligrosos. "La finalidad es que no se acumulen estos recipientes en el cubo o contenedor de la basura y puedan ser reciclados de forma distinta", comenta Macarro. El usuario compraría el producto y después de devolverlo y cobrar el depósito el supermercado o el híper se ocuparía de depositarlo en un contenedor que el ayuntamiento procuraría recoger, según señala el proyecto de la Generalitat. Un modelo ya existenteEste procedimiento ya existe en países como Alemania, Finlandia, Holanda y Estados Unidos. La Generalitat se adelanta así al resto de autonomías aprovechando la reforma legal a nivel estatal que quiere llevar a cabo el Ministerio de Medio Ambiente en toda España. En el caso de que Medio Ambiente no culmine esta reforma en esta legislatura (hasta 2008), la Generalitat se reserva el derecho de impulsar una normativa propia catalana, según confirmaron fuentes jurídicas de la consejería de Medio Ambiente, en manos de Iniciativa per Catalunya. Y es que los resultados de la recogida de todo tipo de residuos en Cataluña, envases incluidos, no ha avanzado en 2005, y sigue lastrada por la multiplicación de envoltorios plásticos que inundan el hogar sin que nadie le ponga coto. El porcentaje de materiales recogidos de las distintas fracciones de basura se situaron el año pasado por debajo de las metas marcadas en el programa de residuos municipales aprobado en su día por la Generalitat. Los peores resultados corresponden a la recuperación de la fracción orgánica (residuos de cocina) y de envases ligeros a base de plástico. Según la Agencia Catalana de Residuos, el 50 por ciento de los envases y envoltorios de plástico se escapa al sistema del punto verde, el símbolo que identifica los envases que pagan un ligero gravamen para financiar a los ayuntamientos la instalación de contenedores específicos para facilitar el posterior reciclaje. Los resultados de la recogida selectiva de residuos municipales en Cataluña en 2005 muestran un nivel aceptable de recuperación del vidrio (el 47,3 por ciento del total) y de papel y cartón (un 46 por ciento), según los datos de esta agencia. El reciclaje sigue en aumento gracias a la generalización de los contenedores verdes y azules, y a que crece este hábito social, si bien las tasas están lejos del objetivo marcado en el programa de residuos municipales de Cataluña, que se planteó recoger el 75 por ciento de estos materiales para 2006. Lo primero que falla es la recogida selectiva de la fracción orgánica, que el año pasado alcanzó las 204.793 toneladas. Esta cifra supone el 12,8 por ciento de total generado, pero la meta era hacer acopio del 50 por ciento.