El grupo cántabro mantiene aún un 3,6% del banco italiano, al que también puso el cartel de venta madrid. Último movimiento que pone fin al año y anuncia el adiós a una decana alianza estratégica. El Santander desveló ayer la venta de un 4,8 por ciento del San Paolo-IMI, por 1.585 millones de euros. La desinversión, realizada en mercado y no como colocación directa a otros dueños del italiano como se especuló, baja al 3,6 por ciento su cuota en el banco de Turín -será el 1,7 por ciento al fusionarse con Intesa-.Y, sobre todo, deja una plusvalía aproximada de 700 millones, susceptible de ensanchar por encima de los 1.200 millones si vendiese la participación que aún controla.Serían 1.200 millones si vendeEl grupo que preside Emilio Botín entró en el San Paolo en 1995 cuando se apellidaba di Torino y no IMI. Lo hizo como socio estratégico y entró en el núcleo accionarial que controlaba la gestión, cuyo pacto les unía hasta la primavera próxima. Pero la inversión dejó de ser estratégica para el grupo Santander, el pasado mes de noviembre. Colgó el cartel de "financiera", resignado a no poder elevar su presencia en el que piropeaba como el "mejor banco de Italia".Y es que, con muchos matices y variantes, se repite la historia de BBVA. Las ganas de crecer del Santander en el San Paolo se dieron de bruces este verano con una inesperada fusión con Banca Intesa. El nacimiento del Intesa-San Paolo, un titán de 65.000 millones de valor en bolsa, obstaculiza cualquier futuro interés del Santander por pujar o reforzarse en turinés. ¿Mejor anticiparse que no poder reaccionar? El titán cántabro negó estar preparando una opa, pero la fusión con el Intesa tiene el doble sentido de crear gigantes nacionales y evitar que sean digeridos por foráneos.¿Les suena? Tras años de esperas y movimientos, BBVA se atrevió a lanzar una oferta de compra sobre la Banca Nazionale del Lavoro (BNL), que vio fracasar dilapidada por varias maniobras de entidades locales, arropadas por antiguos supervisores. Los escándalos se llevaron por delante al gobernador del Banco de Italia, y, con su sucesor, se produjeron algunos movimientos. BBVA no pudo con BNL, pero se la quedó el francés BNP Paribas. El holandés ABN Amro compró Antonveneta. Y nada más.Los planes de boda de Banca Intesa llegan al San Paolo con un Santander que figura entre sus principales dueños. El grupo cántabro tenía un 8,43 por ciento del banco de Turín y sería el 4,2 por ciento del futuro gigante transalpino, de haber mantenido la cuota. Pero el banco español se mostró rebelde. La fusión era buena para las entidades y el país -dijo-, pero insuficiente en precio. Pidió más y el canje siguió inalterado. Su salida se presumía porque tampoco se le reservó asiento en el consejo del nuevo banco.Con independencia de que su histórica inversión la tenga o no en cuenta el Intesa-San Paolo a la hora de vender las oficinas redundantes o, incluso, negocios financieros, el Santander va creciendo en Italia.Entró con su propia estructura a través de su filial de financiación al consumo Santander Consumer Finance, y hace unas semanas se compró el banco privado KBL Fumagalli Soldán por 44 millones. En el hervidero de rumores de Italia se le hace más comprador, incluso, se apunta con insistencia a Capitalia. Compre ahí o no, la verdad es que en 2006 ha hecho 7.027 millones de caja, con la venta de los seguros de Abbey, Antena 3, San Paolo y ¡ojo! le queda Cepsa.