Los incrementos serán, en dos tramos, del 2% y el 3% hasta el 2012londres. El gobierno británico finalmente no cedió a las pretensiones de la cadena pública BBC y fijó ayer la licencia de televisión (el canon anual que pagan los ciudadanos por tener televisión en casa) por debajo de sus expectativas.Según el acuerdo de seis años (para el periodo 2006-2012), el gobierno subirá el impuesto de la televisión desde los 196 euros actuales a 220 euros en el 2012, con un incremento del 2 por ciento durante los dos primeros años y del 3 por ciento los cuatro siguientes. Aunque el gobierno ha subido el impuesto, no ha satisfecho las pretensiones de la cadena, que quería fijarlo un 1,8 por ciento por encima de la inflación. El ministro de finanzas, Gordon Brown, lo ha dejado entre el 2 y el 3 por ciento (la inflación es del 3,9 por ciento actualmente) y lo ha desvinculado de la fluctuación de la inflación por primera vez en 20 años.La fórmula de vincular la licencia de televisión a la inflación lo había introducido el gobierno conservador de Thatcher en 1988 para que la televisión pública tuviera más independencia. Brown terminó ayer con esta fórmula tras largas negociaciones con la cadena. El desenlace se produce dos semanas después de la inesperada y polémica marcha de su director, Michael Grade, a la cadena rival, ITV, en un momento clave de las negociaciones.Con el nuevo contrato la BBC recibirá 893.5 220 millones de euros menos al año de lo que tenía previsto y dejará de ingresar 3.723 millones de euros en seis años.