La constructora dispara sus ingresos un 70% por las desinversiones en inmuebles y suelosmadrid. Sacyr parece haber dejado atrás su horribilis annus 2008 y ha comenzado éste con renovada energía, como demuestra el incremento de sus ingresos en un 68,9 por ciento, hasta alcanzar los 2.019 millones. El principal responsable de esta mejora son los 715 millones ingresados por la venta de varias bolsas de suelo, repartidas por toda España, lo que ha vuelto a colocar a Vallehermoso como motor del grupo, hasta el punto de que la promotora ha multiplicado por cuatro veces su facturación y ha alcanzado los 903 millones de euros. Suma y sigue, porque la promotora tiene una cartera de preventas de 1.139 millones, que le garantizan la actividad del próximo año. Frente a estos buenos números, destaca la caída del 80 por ciento en el beneficio neto de Sacyr, hasta 41 millones. El motivo del desplome es un cambio en la forma de contabilizar los 103 millones que, como primer accionista de Repsol, podría anotarse la constructora. Contabilidad más prudente Prudente, el grupo presidido por Luis del Rivero ha preferido utilizar la parte proporcional del beneficio de Repsol para minorar la inversión en activos financieros no corrientes y así enderezar su salud financiera. Por tanto, la petrolera sólo inyecta a Sacyr los 67,2 millones pagados en dividendos. Si en el primer trimestre de 2008 Sacyr hubiera aplicado este mismo criterio contable, la foto comparable habría supuesto un aumento del beneficio en este primer trimestre del 50 por ciento. Esta máxima de prudencia manda en todos los aspectos del grupo. De hecho, Sacyr está inmersa en un proceso de adaptación a las nuevas circunstancias del mercado, sobre todo por su gran exposición al negocio constructor e inmbilario, y a la particular situación que atraviesa la compañía, inmersa en la venta de su filial de concesiones Itínere y atada por los 5.500 millones que debe por la compra del 20 por ciento de Repsol. Por eso, el grupo ha preferido aprovechar este principio de año para hacer borrón y cuenta nueva, como demuestran los 93,7 millones de euros que ha provisionado contra cuentas de dudoso cobro. Además, Sacyr prevé cerrar en este trimestre la venta de Itínere, operación que aprovechará para limpiar otros 2.000 millones de deuda. Al cierre de marzo, los compromisos financieros del grupo ascendían a 13.443 millones. Esta política de reducir deuda ha permitido al grupo recortar los gastos financieros en 15,9 millones, hasta situarlos en 170,5 millones, y se ha ganado la confianza del mercado, que coloca a la compañía presidida por Luis del Rivero entre los grupos con mayor potencial. Ayer Sacyr fue el séptimo mejor valor del Ibex 35, al subir un 3,91 por ciento, y cerrar en 8,78 euros por acción.