El grupo de Terrassa factura 27 millones en España y amplía su centro logísticobarcelona. Poco queda ya de los juguetes infantiles de hace algunas décadas, como el CinExin o los Airgamboys. La industria juguetera actual se mueve a golpe de licencias y superproducciones. Toy Story, Los Lunnis, Los Simpsons o, la última en llegar, Hannah Montana, mueven millones de euros al año y han desbancado a los juguetes más tradicionales. La compañía catalana de juguetes IMC Toys lo sabe y cada año "tenemos que aumentar la inversión en I+D y en producción. Las grandes compañías y productoras sacan novedades constantemente, es un no parar", explica el consejero delegado de la compañía, Albert Ventura. El grupo juguetero obtiene un 70 por ciento de su facturación anual gracias a las licencias para algunos productos y personajes que después comercializan en casi todos los mercados del mundo, "excepto Estados Unidos y Japón", aclara Ventura. La compañía, que se creó en 1981 en Terrassa (Barcelona), tiene filiales en Reino Unido, Francia, Portugal, Hong Kong y Alemania, donde han llegado este año. Todas estas sociedades les sirven para estar presentes en más de 50 mercados y dar empleo a 212 personas. La empresa catalana está dividida en distintas sociedades y suma unos ingresos cercanos a los 70 millones. Por un lado, IMC España, que agrupa las divisiones en el país y que facturó 27 millones de euros en 2008, y por otro Rubie's Spain, una sociedad conjunta con el grupo norteamericano de disfraces Rubie's que se creó en 2000 y que el año pasado facturó 9,5 millones. Sin embargo, el grupo cuenta en Hong Kong con su filial más activa, que el año pasado facturó 32,5 millones. Ventura explica que "fabricar en España ya no tiene sentido, casi nadie lo hace". IMC Toys sólo concentra aquí su cuartel general donde trabajan, entre otros departamentos, el de I+D, en el que invierten dos millones al año. La fabricación de la mayoría de los juguetes y productos de los que obtienen licencia se concentra en China, donde tienen subcontratadas una decena de plantas. Desde la filial de Hong Kong se distribuyen los juguetes a todos los países en los que el grupo está presente, excepto a Francia y España. Estos dos mercados se cubren desde Sallent (Barcelona), donde IMC Toys tiene una plataforma logística que acaba de ampliar hasta los 12.000 metros cuadrados. Ventura reconoce que, por ahora, cualquier plan para ampliar filiales o firmar joint venture con terceras empresas para entrar en nuevos segmentos "está descartado. Con la presencia que tenemos actualmente en los principales mercados no nos podemos arriesgar a ir a mercados de tamaño inferior". IMC Toys es una sociedad anónima participada por los directivos de la empresa y por cuatro fundadores de lo que en su día fue una central de compras de empresarios detallistas del sector juguetero y que dio paso a la actual compañía.