Los bajos índices comerciales le obligan a producir menos, según The Wall Street Journalmadrid. Era la única de las tres grandes compañías automovilísticas de Detroit que mal que bien estaba aguantando el tirón de las marcas asiáticas en el mercado estadounidense y la reducción de sus ventas.Sin embargo, esta situación se está prolongando demasiado y Chrysler, la parte norteamericana del grupo DaimlerChrysler, se está planteando tomar las primeras medidas para bajar el ritmo de producción de sus instalaciones y así reducir los vehículos fabricados pero no vendidos.El fabricante norteamericano tiene la intención de "ampliar" las vacaciones de navidad y aprovechar que las fábricas dejan de trabajar unos días para aumentar ese periodo, hasta un total de cuatro semanas en el caso de algunas plantas, según dijeron fuentes cercanas a la compañía al diario económico The Wal Street Journal.El sistema de trabajo de Chrysler y otros fabricantes incluye la producción de vehículos que aún no han sido vendidos, volumen que la compañía espera seguir reduciendo. De hecho, de acuerdo con esta información, a principios de año Chrysler tenía una media de 100.000 vehículos fabricados que no habían sido pedidos por ningún concesionario, mientras que ahora esta cifra ronda las 20.000 unidades.La mayoría de las fábricas que tiene previsto parar cuatro semanas se dedican a la producción de coches grandes, como los todocamino o modelos pick up.El responsable de Chrysler, Tom Lasorda, tenía previstas medidas en enero y febrero para reducir el número de coches almecenados.