El objetivo del empresario andaluz era fusionar la inmobiliaria con Colonialmadrid. La historia se repite. Una vez más, Esther Koplowitz recibe con desagrado el aterrizaje de un nuevo socio en su compañía. Luis Portillo, dueño Colonial, ha entrado por la puerta de atrás en FCC, tras adquirir el 15 por ciento que tenía Acciona. La constructora presidida por José Manuel Entrecanales tampoco fue bien recibida en su día, hace tres años. Entonces, Koplowitz consiguió echar por tierra los objetivos que perseguía su rival: fusionar ambas compañías. Ahora, Portillo puede correr la misma suerte que su compañero.Según fuentes próximas a la empresaria, Portillo le anunció hace varias semanas que Acciona, a través del banco de inversión Lazard, le había ofrecido el 15 por ciento de FCC. El empresario andaluz también le dijo que estaba interesado en fusionar Realia, filial del grupo constructor, con la futura Colonial. Pero Koplowitz le dejó claro que nunca, bajo ningún concepto, aceptaría esa oferta.¿Por qué? FCC quiere tener el control absoluto de Realia. Hasta ahora, la constructora comparte con Caja Madrid la propiedad de la inmobiliaria y sólo se inyecta el 50 por ciento que le corresponde. A partir del próximo año, en cambio, podrá llevar a su balance todo el resultado de Realia. El camino para conseguirlo consiste en sacar a bolsa la filial y crear una sociedad instrumental que controle el 51 por ciento, porcentaje suficiente para anotarse todas las ganancias de Realia.Fuera de juegoSi fusionara la inmobiliaria con las empresas de Portillo, perdería la mayoría. Motivo de peso para rechazar la propuesta del empresario y dejar a Realia fuera de cualquier operación. Pero Portillo no cejó en su empeño y el pasado viernes selló un preacuerdo con Acciona, que se hará efectivo antes del 21 de diciembre. Koplowitz se enteró de este preacuerdo el mismo viernes, cuando Portillo le dijo que Acciona le estaba presionando para cerrar la operación. Los Entrecanales querían sellar la venta antes de final de año. Y, si Portillo no llegaba a tiempo, ese paquete tan deseado podría ir a parar a manos de las otras dos inmobiliarias que habían presentado oferta, entre las que destaca la valenciana Lubasa. Entonces, la dueña de FCC le pidió un poco de tiempo para comunicar al consejo la operación. Pero no lo tuvo. En la constructora, esta falta de tacto ha sentado mal. Además, están expectantes de conocer los motivos que han llevado a Portillo a invertir 1.534 millones de euros en una empresa donde no podrá conseguir sus objetivos. Al menos, el que inicialmente le dijo a Koplowitz: fusionarse con Realia.No obstante, la empresaria está dispuesta a conceder a Portillo hasta dos puestos en el consejo de FCC. Sin embargo, estos administradores deberán abstenerse en todas las reuniones donde se traten aspectos relativos a Realia. Por el momento, la inmobiliaria asegura que no tiene intención de solicitar puestos en el Consejo. "No vamos a exigir nada. Por cortesía, dejaremos que FCC decida libremente", afirma un portavoz del grupo.De hecho, Portillo quiere mantener una relación amistosa con los dueños de FCC. Y éstos también..., cuando conozcan sus intenciones.