ACS y La Caixa firman un acuerdo con la familia Benetton para blindar su posición de podermadrid. Al fin lo reconoce. Por primera vez, Abertis admite que su fusión con Autostrade no es entre iguales, sino que la primera absorbe a la segunda o, dicho de otro modo, la compra. Una realidad que el mercado daba por hecha, pero que la compañía intentaba disimular. De hecho, cuando anunció su boda con Autostrade, el pasado 24 de abril, definió el matrimonio como un acuerdo entre iguales.Los siguientes hechos relevantes que ha ido enviando a la CNMV (Comisión Nacional del Mercado de Valores) han ido rebajando el tono y, simplemente, hablaban de fusión. Hasta ayer, cuando reconoció el "proyecto común de fusión de ambas sociedades, mediante la absorción" de Autostrade por parte de Abertis.El dividendo de 3,75 euros por acción que percibirá cada accionista de Autostrade fue la primera muestra de que Abertis estaba absorbiendo al italiano. Mantener la marca española, ubicar la sede en Barcelona y conceder todo el poder ejecutivo a Salvador Alemany, consejero de Abertis, refrendaron la evidencia, aunque la compañía insistiera en hablar de acuerdo entre iguales.Esta reticencia a llamar las cosas por su nombre era una forma de intentar calmar las aguas en Italia. Autostrade es uno de los campeones nacionales en el país alpino, donde ha levantado muchas ampollas verlo caer en las redes del grupo catalán. Unas asperezas que Abertis siempre ha intentado evitar dando la imagen de paridad y equilibrio de poderes a los dos lados del Mediterráneo.La compañía ha mantenido este discurso hasta el último momento. El pasado martes, mientras se estaba elaborando la nota donde Abertis denominaba absorción su matrimonio con Autostrade, Alemany volvió a insistir en que era un matrimonio "entre iguales, beneficioso para todos los accionistas"Pero sus palabras nunca han convencido al mercado y la prensa italiana no ha dudado en definir la operación como una compra encubierta. De hecho, ante este tipo de acuerdos, el mundo financiero siempre se hace una misma pregunta: ¿por qué lo llaman fusión cuando quieren decir compra?BlindajePocas horas después de admitir la absorción de Autostrade, Abertis también destapó otra carta que había estado ocultando: un acuerdo de sus principales accionistas -ACS y La Caixa-, con la familia Benetton para garantizarse el control de la nueva compañía. Las tres partes han sellado un derecho de adquisición preferente en caso de que alguno pretenda vender, al menos, un uno por ciento de sus acciones.El pacto entrará en vigor cuando cristalice la fusión, en el último trimestre del año. A partir de entonces, y durante un año, los tres principales inversores se blindan frente a terceros con este pacto. Schema28, sociedad controlada por la familia Benetton, ostentará el 24,9 por ciento del nuevo grupo; ACS, el 12,5 por ciento; y La Caixa, el 11,7 por ciento.