El mandato del propio Azuara, que ha decidido la 'limpieza', finalizó el pasado mes de febreroEl Gobierno ha mantenido ya ocho meses a la vocal Sendín y al actual responsable del consejomadrid. El vicepresidente del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN), José Ángel Azuara, ha decidido prescindir de casi todos los miembros del Gabinete de la anterior presidenta, tal y como confirmó la propia institución a este diario.La decisión de no confirmar a esos asesores para este corto período de interinidad fue adoptada en el Consejo de Administración del 27 de octubre, tan sólo un día después de la salida de María Teresa Estevan Bolea.Esta medida no ha sido una sorpresa dentro del Consejo de Seguridad Nuclear, ya que fuentes de la institución indican que se debe a una "purga política contra el Partido Popular". Sorprende, no obstante, que la decisión la adopte el vicepresidente, ya que es interino: el pasado mes de febrero terminó su mandato, al igual que el de la consejera Paloma Sendín. Y aún extraña más que el Gobierno no haya nombrado a los nuevos consejeros habiendo trascurrido ya ocho meses.Según Iván Recarte, el nuevo responsable de Medios de Comunicación, el vicepresidente tiene la potestad para ratificar a todos los miembros o no. Los cambios en la institución, según el CSN, se han producido porque los cargos se extinguen cuando se marcha el responsable de su nombramiento. En concreto, Azuara ha apartado de sus puestos a once personas. El CSN confirmó que se ha prescindido de los servicios de Ana Villuendas, anterior jefa de Gabinete; de Carlos Torras, Responsable de Internacional; de Concha Ruiz Andrada, técnico de internacional; de Manuel Malavé, responsable de Relaciones Institucionales, de José Francisco Morales y Bárbara Cordero en Comunicación; de María Ángeles García y Margarita Herranz en Publicaciones, de Adolfo Lama, asesor legal de la presidenta y de las secretarias Begoña Bravo y María Carmen Soler. De todos ellos, sólo María Carmen Soler y Manuel Malavé siguen en la institución, ya que son funcionarios de carrera.El nuevo Gabinete está formado por Adolfo de los Reyes que se ocupará de la Gestión Corporativa de Relaciones Internacionales, Concha Muro, se ocupará de la Gestión Corporativa de Publicaciones y del Centro de Información; Eusebio Moreno, será el nuevo Jefe de Seguridad e Ivan Recarte se encargará de las Relaciones con los Medios de Comunicación.María Fernanda Sánchez Ojanguren, también asesora de la anterior presidenta y encargada de las Relaciones con el Parlamento, ha pasado a ocuparse de un departamento que ahora llaman Gestión Corporativa de Relaciones Institucionales y Mariano Romo se mantiene como jefe de los servicios médicos.El Consejo de Administración del CSN tiene en estos momentos sólo cuatro miembros: Julio Barceló, Carmen Martínez Ten, Paloma Sendín y el vicepresidente José Ángel Azuara. El Gobierno tendrá que nombrar ahora a un consejero, al nuevo vicepresidente y al presidente de la institución, lo que supone la mayoría de los cargos. El Gobierno tendrá que encarar el nombramiento del próximo responsable de la institución, con la losa de haber permitido que el Consejo atraviese un periodo de interinidad con una purga política, tal y como indicaron fuentes de la institución.Los rumores sobre los candidatos han sido muchos en los últimos meses pero según indican fuentes conocedoras del asunto se ha estudiado un lista de, al menos, ocho personas para el puesto. Entre los que figuran con más papeletas para encabezar la institución los próximos años sonó con fuerza el ex ministro de Industria, Juan Manuel Eguiagaray y Claudio Boada.El Consejo de Seguridad Nuclear tendrá que encarar también una reforma de su regulación. La institución está pendiente de un proyecto de reforma que se presentó en el Congreso de los Diputados por Izquierda Unida y que sigue en trámite de enmiendas. El CSN se plantea la posibilidad de crear consejos consultivos al estilo de los existentes en la Comisión Nacional de la Energía para poder dar voz a los agentes interesados en el sector.Plan estratégicoLa institución puso en marcha un ambicioso Plan Estratégico, único en las organizaciones de su estilo, que pretende "proteger a los trabajadores, la población y el medio ambiente de los efectos nocivos de las radiaciones ionizantes, consiguiendo que las instalaciones nucleares y radioactivas, sean operadas por los titulares de forma segura y estableciendo las medidas de prevención y corrección frente a emergencias radiológicas, cualquiera que sea su origen".