Tendrá tres consejeros si el banco de Filadelfia amplía a 12 el número de vocalesMADRID. Primerísimas espadas. El Santander ya ha desvelado quien le representará en el Consejo de Administración de Sovereign. Y serán el presidente del grupo, Emilio Botín, y el director general, Juan Rodríguez Inciarte. Al menos, en un primero momento. Y es que, hasta donde se sabía, el gigante cántabro tenía derecho a nombrar a dos consejeros cuando adquiera el 19,8 por ciento de la entidad de Filadelfia y escenifique el desembarco en su máximo órgano de administración. A cambio, Sovereign designará a uno de los consejeros del titán financiero español. Pero el décimo octavo banco de Estados Unidos prevé ahora ampliar desde ocho hasta doce el número de puestos de su consejo, y, para no diluir la situación del nuevo socio, ofrecerá un tercer sillón al banco Santander.Al final, se trata de que el grupo cántabro tenga una cuota de decisión en el órgano de administración de Sovereign equivalente a su propiedad. Con un consejo de ocho miembros, nombrar a dos vocales representaba copar una cuarta parte de los asientos, el mismo peso que supone tener tres representantes en un órgano de doce vocales. El ensanchamiento del consejo tendrá lugar cuando se formalice la entrada del Santander y el estadounidense cierre la compra de Independence Community Bank, según detalló Sovereign a la Bolsa de Nueva York.Pero, por el momento, sólo se han desvelado los dos primeros candidatos, y el relieve de los ejecutivos pone en evidencia la importancia que tiene para el Santander la apuesta al otro lado del Atlántico.Emilio Botín, quie representa también los intereses del grupo en el japonés Shinsei Bank, será elegido por un plazo de dos años. Su mandato, al igual que el del consejero delegado del banco de Filadelfia, Jay Sidhu, expira en 2008. Una fecha crucial en el acuerdo con el estadounidense, al abrirse entonces al grupo Santander la posibilidad de optar a la compra del 100 por ciento de Sovereign.Algo inferior es el plazo inicial previsto para Juan Rodríguez Inciarte, al vencer el mandato en 2007. La elección podría interpretarse como un reconocimiento expreso a su tarea. Y es que Juan Rodríguez Inciarte es el gran muñidor del acuerdo con Sovereign, que permitirá al Santander regresar a Estados Unidos ocho años después de retirarse del mercado con la venta de su participación en First Union. Inciarte fue también el hombre que negoció la histórica inversión en First Union. Y al máximo responsable de la Financiación al Consumo del Santander en Europa se le debe el éxito de la compra de Abbey, donde es vicepresidente. La incursión del Santander está en la recta final, gracias al pacto que selló Sovereign a mediados de febrero con Relational Investor, su propietario más relevante, con casi un 8 por ciento del capital. Relational retiró todas las demandas interpuestas para impedir el pacto con el Santander, persuadido de la dificultad de que prosperasen con la nueva normativa de Pensilvania. A cambio de su apoyo, Relational se aseguró dos puestos en el consejo: uno lo ocupará su principal ejecutivo, Ralph V. Whitworth, conocido por las duras acusaciones al consejero delegado de Sovereign. El segundo nombre será seleccionado de una lista de candidatos proporcionados por Relational. ¿Y cómo van los tiempos? El Santander comprará primero un 19,8 por ciento de Sovereign, valorado en 2.400 millones de euros. A mediados del año podrá elevar su cuota hasta el 24,9 por ciento, aunque no ejercerá el voto más allá del 20 por ciento salvo autorización expresa de los accionistas. Y en 2008 se abre la opción de pujar por todo el capital del estadounidense. Mucho más cerca queda la fecha del primer beneficio económico de la inversión. Sovereign ha aplazado un mes, hasta el 22 de junio, el pago del dividendo del 5 por ciento que anunció en marzo, y que así podrá cobrar el Santander. No es un extra. Según la información oficial, estaba previsto en el pacto.