El consejero delegado de Elawan, Dionisio Fernández, puso ayer en duda que se llegue a instalar la mitad de la potencia prevista para este año fijada en más de 8.000 MW. "El éxito de la última subasta lo veremos dentro de tres meses, pero no se va a llegar a poner en marcha el 50 por ciento de los proyectos", argumentó Fernández durante su intervención en el IV Foro Anual de Energía de elEconomista.Por su parte, el consejero delegado de Greenalia, Manuel García, se quejó de que "hay dos experiencias de subastas, las primeras que impulsaron las autonomías, que fueron nefastas y retrasaron el sector; pero respecto a las de potencia, el fracaso no va a ser la retribución obtenida, sino que no vamos a llegar a los plazos por la tramitación de estos proyectos". Así, el consejero delegado de X-Elio, Jorge Barredo, apuntó a que "hay cientos de megawatios en tramitación, pero las Administraciones no están dimensionadas para gestionar ese nivel de papeles".Durante la cuarta mesa de la jornada, moderada por Tomás Díaz, de elEconomista, sobre renovables, los expertos apuntaron a la necesidad de mejorar las subastas de tal forma que se garantice su éxito y la estabilidad regulatoria. En este sentido, el consejero delegado de Elawan señaló que "para cumplir con los objetivos de clima, lo que necesitamos es que la regulación nos ayude". "Para que sea una subasta razonable, tiene que tener un filtro de precio, tienes que haber pasado una criba que demuestre tu proyecto", argumentó Fernández.El presidente de Solarpack, José María Galíndez, valoró este sistema y argumentó que "el mundo le debe a Europa que tengamos una fotovoltaica por debajo de los precios de los combustibles fósiles gracias al sistema de feed in tariff (primas) de finales de los 90, pero han sido las subastas las que han hecho el recorrido. Las subastas están haciendo que las tecnologías intensivas en capital impongan la eficiencia a base de lo que puedan hacer. Se puede discutir cuál es el mejor sistema por país, pero vamos a ver muchas subastas en lo que queda de siglo y vamos a ver cómo cambian los mercados eléctricos". "A la larga vamos a ver que hay suficientes renovables y habiendo cruzado el umbral de bajar el coste del carbón y del gas, vamos a abrirnos a las tecnologías. Hay países que han adaptado bien las tecnologías a los sistemas de subastas. Si lo más barato es una determinada tecnología, pues compremos esa", argumentó.Sin embargo, el consejero delegado de Energía de Ence, Felipe Torroba, incidió en la necesidad de que las subastas diversifiquen las tecnologías para obtener unos precios de la electricidad más competitivos. "El Gobierno apuesta por la fotovoltaica y la eólica, pero si empiezas a mirar a largo plazo... por el día el precio del pool, como lo conocemos ahora , va a cambiar por la cantidad de megawatios que van a entrar y vamos a encontrar precios cero. Por la noche, si llega todo lo que tiene que llegar, va a faltar generación porque en eólica no se nos asegura que vayamos a tener. También está el tema de las baterías, que se está desarrollando mucho. Estamos mirando a 2050, pero ahora hay un camino que tenemos que cubrir. La realidad es que falta gestionabilidad, hace falta una capacidad de generación estable en el sistema. Eso lo vamos a conseguir con distintas tecnologías. Nosotros apostamos por la biomasa, pero hay muchísimas formas y ya estamos también en el negocio solar", explica Torroba.El potencial de EspañaPor su parte, el consejero delegado de X-Elio indicó que la inversión en renovables se basa en "la especulación" de que el precio de la electricidad de origen verde "siga subiendo e hizo hincapié en el importante papel de España como motor de la energía limpia en Europa. "En España somos muy buenos en renovables, tenemos empresas buenísimas. Tenemos que sacar pecho, tenemos un know-how muy importante como país", argumentó Barredo.Alfonso Faubel, consejero delegado onshore de Siemens Gamesa, señaló en la presentación de la mesa que "las renovables no solo están contribuyendo a reducir las emisiones en nuestro país, lo que hacemos como sector es contribuir en torno a 9.000 millones de euros de PIB y con 80.000 puestos de trabajo".