CCOO cree que podría afectar a 5.000 empleos en los proveedores de las plantas españolasMADRID. Carlos Ghosn, presidente de Renault y Nissan, fue ayer bastante claro cuando dijo que la compañía "va a adaptar de manera continua su producción en Europa occidental a sus ventas", afirmó en una rueda de prensa. Suena lógico, pero los fabricantes automovilísticos tienden a mantener la producción (para mantener el empleo) con lo que, si no venden, acumulan coches fabricados, y eso es lo que Ghosn quiere evitar.Con tal motivo y a la vista de los resultados que la marca está cosechando en Europa, donde en los diez primeros meses del año redujo sus ventas un 10,2 por ciento según datos de la Asociación de Constructores Europeos de Automóviles (ACEA). Esto significa que la compañía puede llegar a reducir su producción en el Viejo Continente en la misma medida.Si esta reducción se traslada a la producción, resulta lógico pensar que las plantas españolas se vean, como se está viendo en Valladolid y Palencia, afectadas por la caída, con lo que cada reduce "temporalmente" estos empleos, como dijo esta semana su presidente en España, Juan Antonio Fernández de Sevilla. Los estudios de los sindicatos en cambio van más allá de la propia Renault, principal empresa en la Comunidad Autónoma de Castilla y León, que además de sus propios empleados genera un alto índice de empleo indirecto que está fuera de su gestión (proveedores piezas para las fábricas, logística...).Prueba de ello es que algunas empresas de Palencia y Valladolid ya presentaron, a principios de semana, solicitudes de Expedientes de Regulación de empleo.La organización sindical Comisiones Obreras prevé consecuencias más drásticas, y según aseguró a Ep la reducción de un turno en ambas plantas puede llegar a afectar a entre 4.000 y 5.000 empleos de estas empresas, ya que deben ajustar su producción al ritmo de las plantas de Renault.