La robótica española aterriza en EEUU de la mano de IML Robotics
- Abrieron su primera filial en el mercado estadounidense hace dos años
Ana García, Sandra Tobar
La técnica de etiquetado en molde, más conocida por su nombre en inglés, in mould label (IML), es un proceso que consiste en decorar piezas o productos en el momento de su fabricación. Si tradicionalmente este paso se realizaba al finalizar la elaboración del producto y consistía en pegar un rótulo adhesivo, ahora las nuevas tecnologías permiten que la etiqueta forme parte integral del producto plástico. Así, se realiza durante su propia fabricación, a través de moldeo por soplado, por inyección o termoformado. Más noticias en la revista gratuita elEconomista Gestión y Desarrollo Exterior
En España contamos con una compañía especializada en este sistema, IML Robotics, que inició sus pasos hace 10 años, aunque su mayor crecimiento lo han vivido en los últimos tres, según su director general, Sebastián Cano -que el pasado año ganó el premio Jovempa, otorgado por la Federación de Asociaciones Jóvenes Empresarios de la provincia de Alicante-.
Así, "el método IML consiste en un sistema robotizado que introduce las etiquetas en el molde de transformación del plástico, resultando del proceso una pieza acabada, decorada con una altísima calidad y sin necesidad de tratamientos posteriores", concreta el director general de la empresa.
Pero, ¿qué ventajas tiene esta técnica? Reduce costes de producción, evita repetir procesos en las piezas para realizar la redecoración y consigue una calidad gráfica que de otra manera sería inalcanzable. A estos beneficios del etiquetado en molde -que se suele aplicar en envases para los sectores alimentario e industrial- se suma la inclusión de componentes de primera calidad en todos sus robots y equipos, así como una buena atención al público. "A pesar de nuestro crecimiento en cifras, seguimos siendo una empresa muy cercana a nuestros clientes, comprometida, y eso se nota cuando tratan con nosotros", apunta Cano, quien defiende que "estos son los motivos por los que la mayoría de empresas que implementa nuestra tecnología acaba altamente satisfecha".
Vista en EEUU
El rápido avance de la tecnología y el hecho de dirigirse a un público objetivo formado por empresas con un gran componente tecnológico, que no se conforma con sistemas tradicionales e intenta superarse en calidad, hace que la compañía española no pare de reinventarse constantemente y adaptarse a la complejidad y la precisión que requieren estos procesos.
Así, hace poco más de dos años decidieron dar el salto al exterior. "Al principio supongo que cuesta lanzarse al extranjero, pero vimos que había posibilidades de negocio que aquí no teníamos", explica Cano, quien asegura que en un primer momento comenzaron realizando operaciones puntuales, hasta abrir una filial en Estados Unidos. Además, ahora venden sus robots en Asia, Sudamérica, África y Europa.
Aunque llegar y triunfar en un país no es tan fácil como parece. Para lograrlo, existen algunos requisitos esenciales que no sólo pasan por conocer el idioma del país de destino. Uno es la financiación, tanto desde la matriz como desde el destino elegido, y el otro consiste en comprender la cultura. "El idioma no lo es todo. En este sentido, entender la cultura de negocios del país en el que vayas a instalarte es fundamental. Es decir, todo lo referente a requisitos legales, seguros, nóminas y cuentas bancarias", indicó el director general durante su intervención en un evento organizado recientemente en Madrid por Sage y BusinessGoOn.
Además, tradicionalmente España no es un país líder en tecnología, por lo que aún hay cierta desconfianza y reticencia en mercados como el estadounidense. "Los empresarios de Estados Unidos suelen ser duros negociantes y normalmente no confían a primera vista en las soluciones de un país como el nuestro", afirma Cano, quien añade que otras de las diferencias entre ambos mercados es el carácter emprendedor americano, que supera al español.
A pesar de lo costoso del proceso de implantación, el resultado no podía ser más ilusionante. El volumen de negocio de la compañía se incrementa cada año y la prioridad fuera de Europa es el mercado norteamericano.
Además, este tipo de tecnología aún no está extendida, de hecho en muchos países aún no ha llegado a implantarse. "La tecnología IML está todavía en pañales en muchos mercados. De este modo, creemos que existen grandes oportunidades en todos los continentes", prevé Cano. Por lo que las oportunidades de negocio para la empresa española son muy amplias en un futuro.